La devaluación brasileña pone en jaque a los exportadores argentinos

La devaluación brasileña pone en jaque a los exportadores argentinos
En lo que va del año el real se devaluó un 19% respecto al dólar. Esta depreciación restó competitividad y agravó el atraso cambiario argentino. “Los que quieran exportar a Brasil van a registrar una fuerte pérdida de rentabilidad”, advirtió a LPO el economista Nadin Argañaraz. Cuáles son los sectores más comprometidos.
“Si el Gobierno de Brasil decide devaluar el real un 10 por ciento más de lo que lo hizo hasta el momento, entraríamos en una fase de quiebras masivas de empresas de perfil exportador de numerosos sectores productivos argentinos”.

Tal advertencia le pertenece a un alto directivo de una importante empresa multinacional de maquinaria agrícola radicada en Córdoba que, ante La Política Online, sinceró la preocupación existente por el ritmo de devaluación de la moneda brasileña.

Ocurre que en lo que va de 2013 la depreciación del real es del 19 por ciento -ya se ubica en 2,40 R/u$s- lo que lo llevó a niveles similares a los vigentes durante el peor momento de la crisis financiera internacional a fines de 2008.

“En este nuevo escenario las empresas argentinas que quieran colocar productos en el mercado brasileño van a registrar una fuerte pérdida de rentabilidad”, alertó a este medio Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).

“La acción del Gobierno por devaluar el peso para ganar competitividad se está viendo contrarrestada por la situación de Brasil”, explicó el especialista, para luego agregar que “todo esto genera un factor de presión adicional que complica aún más la economía”.

Para tener una idea, Brasil representa alrededor del 85 por ciento de las exportaciones argentinas de automóviles (en el periodo enero/julio de 2013 las fábricas del sector automotriz exportaron un total de 262.800 unidades al exterior).

Pero también, según señala un artículo publicado en valorsoja.com, Brasil es el principal comprador de cebollas, aceitunas verdes, arvejas, ajos, pasas de uvas, peras, porotos y quesos, entre otros productos.

En otras palabras: se trata de rubros ultra-dependientes de cualquier vaivén que sufra la economía del vecino país que, hasta ahora, funcionaba como una de las pocas variables favorables para los sectores exportadores argentinos.

“Brasil es el socio comercial más importante de la región para la Argentina y cualquier medida que se tome allí puede repercutir de manera negativa dificultando la competitividad y profundizando el atraso cambiario”, sostuvo Argañaraz.

En la misma línea, un informe de Ecolatina, advirtió que “la pérdida de competitividad bilateral y el bajo crecimiento brasileño tiene un fuerte impacto en la economía argentina porque el 21 por ciento de nuestras exportaciones van a Brasil”.

“La desvalorización de la moneda brasileña tiene repercusiones negativas para nuestro país porque se reduce el poder de compra nuestro principal socio comercial del Mercosur”, añadió la consultora.

La depreciación del real

En este contexto, un aspecto por el que muy pocos indagan son los motivos por los cuales en Brasil se aceleró el ritmo de devaluación del real de manera significativa en las últimas semanas (sobre todo la última con un 6 por ciento).

Al parecer, la depreciación de la moneda brasileña está relacionada al posible retiro de inyecciones monetarias por parte de la Reserva Federal (FED) en EE.UU. debido a algunos síntomas de reactivación de la economía en el gigante del norte.

Si bien la medida no se implementó en los hechos, fue anticipada por el titular de la FED, Ben Bernake. “Ante el anuncio, muchos capitales se fueron de países emergentes como Brasil, para colocarse en bonos de EE.UU. Esto hizo que el dólar se aprecie”, explicó Argañaraz.

Asimismo, el deterioro de la cuenta corriente también impulsa la depreciación del real: en los primeros siete meses de este año el saldo de la cuenta corriente acumula un rojo de 3,9 por ciento del PBI debido a mayores importaciones de energía

Por último, la tasa de crecimiento de Brasil prevista para 2013 comenzó el año en un 3,3 por ciento y actualmente se ubica en 2,2 por ciento, al tiempo que la estimación de crecimiento para 2014 también se recortó al pasar de 3,8 por ciento a 2,5 por ciento.

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