Los factores a la hora de elegir un regalo

La intención, la opinión de los comerciantes y los gustos en común influencian a la hora de tomar una decisión. Especialistas consideran que la tradición se aleja del consumismo de la época: "lo central es ver qué queremos

Capital Federal - Los regalos "llevan el sello personal de quienes los realizan y pueden mantener latente el deseo de querer perdurar en el recuerdo del otro", según señalan los especialistas ante la proximidad de las fiestas navideñas, una época que se caracteriza por los presentes a conocidos, amigos y familiares.

"¿Qué buscamos al hacer un regalo?", pregunta la psicóloga Nora Londeix especialista en Orientación Vocacional en diálogo con Télam, tras señalar que "detrás de un regalo siempre hay una intención" más allá de que hay fechas que predisponen, si bien hay ocasiones en las que se regala por tradición, por formalidad u obligación.

"Se juegan muchas cosas en la elección del regalo y en el recibir el regalo, es dar algo a cambio de, tiene que ver con la capacidad de poder dar y de poder recibir", consideró la especialista, quien enumeró varios ejemplos y situaciones que se pueden dar, como la gente que "busca dar más que lo que puede tener porque es generosa o entiende que el otro así lo merece".

"Acá hombres y mujeres actuan igual: están quienes compran pensando en lo que a uno mismo le gusta independientemente de la persona que lo va a recibir, y quienes regalan pensando en lo que al otro le gusta", detalló. También está la persona que tiene en cuenta los gustos en común y busca por ejemplo un libro o una música que cree que le va a gustar, y "ahí hay una cuestión de buscar la máxima calidad en aquello compartido", acotó la psicóloga.

Por su parte, el psicoanalista Néstor Medvuidenur, del Centro Dos de asistencia e investigación, destacó que "cuando regalamos se trata de localizar en ese regalo algo del amor, de dar y recibir, y eso es un poco distinto a pensar el regalo como un objeto compulsivo o estar inmerso en la ferocidad del consumo". El psicoanalista señaló que, "alejados del consumismo de la época, lo central es ver qué queremos dar y no los objetos que queremos comprar".

A su vez, reveló que la compra compulsiva y el querer satisfacer con regalos todo lo que el otro quiere, como en el caso de muchos padres con sus hijos para que no les falte nada, "no tiene nada que ver con el amor, porque el amor tiene que ver con lo que se puede dejar como falta".

"Hay una idea equivocada del amor, se supone que el amor tiene que ver con completar todo -añadió- pero el amor siempre es una parte, nunca es todo, y el regalo tiene que simbolizar eso, esa pequeña cosa que doy, que puede nombrar, ese reconocimiento como acto simbólico".

Por otro lado, ls comerciantes en general y en particular los de negocios de regalos coinciden en afirmar que la persona que compra un regalo pide que lo orienten, al tiempo que diferencian entre los que buscan obsequios cálidos y afectuosos y aquellos para quienes comprar un regalo es un trámite más y un compromiso.

"En general piden recomendación según los gustos de la persona a la que le van a hacer el regalo, te dan datos de qué le gusta, y siempre está el tema del precio", aseguró a Télam, Alfredo Suhring, vendedor de discos de Zivals, en el centro porteño. Aseguró que comprar un CD "es algo muy afectivo, la música siempre es un regalo más cálido, y se trata de que la persona escuche lo que le gusta y lo recuerde a uno".

"Durante todo el año se vienen a comprar regalos, hay fechas donde se incrementan como San Valentín, el Día del Amigo y más aún las fiestas de fin de año", explicó y agregó que mayormente se hace referencia a regalos para amigos, parejas. En ese marco, un dato, que coincidió con varios comerciantes, es que, dentro de los profesionales "los médicos son a los que más se les hace regalos y en general tienen que ver con la música clásica, es una atención que siempre se hace".

Por su parte, Valeria Salinas, encargada de la Curtiembre, un negocio de regalos en Barrio Norte, coincidió en que "la gente pide en general recomendaciones, sobre todo los hombres, nos comentan para quién es, cuánto quieren gastar y uno los asesora". Sobre la carga afectiva que existe a la hora de comprar un regalo, expresó que "no se ve tanto como antes, se ve a la gente cansada, que está comprando un regalo para cumplir, por compromiso y no se escucha esa expresión 'me encantaría regalar tal cosa'".

En otra de las casas de regalos que visitó Télam en el centro de la Ciudad, la talabartería Arandú, el vendedor Genaro Rosina, expresó que "hay gente que dice tengo que hacer un regalo y tengo tanta plata para gastar y hay gente en la que prima hacer un buen regalo y quizá hace un esfuerzo". En esos casos, se busca "que el regalo esté de acuerdo a los gustos de la persona y que perdure, es tenerla un poco más presente a la hora de regalar y no regalar cualquier cosa y desentenderse", dijo.

Su apreciación frente al mostrador es que "se ve en general que a la gente le preocupa y le importa hacer un buen regalo, y que si van a gastar unos pesos que tenga un sentido". Pero también está el que "viene apurado, dice tengo que hacer un regalo, dame cualquier cosa y van a lo básico, un cuchillo, un mate importante, cosas para pasar el momento y van a lo seguro", añadió.

Luego están los regalos a las parejas, a los hijos, a los padres tíos, primos, abuelos, y ahí convergen no sólo los afectos, la capacidad económica, la situación de los vínculos, sino ese toque personal y único que habla de uno mismo.

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