Gracias a su continua investigación acerca de esta receta tradicional asiática, la marca ha conseguido crear nueve combinaciones diferentes explosivas de sabor y aptas para todo tipo de gustos, algunas de las cuales se inspiran en los refrescos azucarados más vendidos o en otras recetas de autor.

A esta gama se suma ahora esta novedad, con un sabor que nos recuerda a algunas de las bebidas más conocidas del mercado, pero con un 75% menos de azúcares y un 60% menos de calorías. La Kombucola es baja en azúcares debido al proceso de fermentación, estimulante gracias a las vitaminas de grupo B, rica en antioxidantes derivados del té, y rica en probióticos, que estimulan nuestro sistema inmunológico.

Es en el laboratorio de kombucha de la compañía, ubicado en el centro de I+D en Lérida, donde se aseguran las propiedades saludables de la kombucha y se logra el sabor similar a los tradicionales refrescos azucarados.

La innovación diferenciadora de Flax & Kale reside en eliminar el sabor agrio. La marca selecciona los mejores tés, controla la primera fermentación hasta conseguir una cantidad mínima de azúcares y consigue eliminar el sabor avinagrado de la mayoría de kombuchas utilizando sus zumos de prensado en frío en una segunda fermentación.

“Una de las categorías por la que siempre vimos que tenía mucho sentido apostar fue acercar el mundo de los fermentos a las bebidas refrescantes. Fue entonces cuando hace cinco años, tras un viaje a Estados Unidos, vimos la oportunidad de empezar a fermentar nuestra propia kombucha. Gracias al talento de todo el equipo de I+D liderado por mi madre, Teresa Carles, hemos sido capaces de demostrar que la kombucha no es únicamente una bebida fermentada con toques agrios y a veces ácida, sino que puede ser un refresco súper atractivo y de lo más placentero”, asegura Jordi Barri, CEO de la marca.