Un grupo de taxistas se declaró este viernes en estado de alerta y no descartó, como medida de fuerza, la posibilidad de dejar de brindar servicio en puntos claves para el turismo que llega a Mar del Plata, como la Ferroautomotora y en el aeropuerto internacional Astor Piazzolla.

La protesta se daría en el marco del conflicto que mantiene el sector desde principios de la temporada estival por la decisión del Gobierno de Guillermo Montenegro de pedir la instalación obligatoria de GPS (Sistema de Posicionamiento Global) en las unidades de trabajo.

A través de la comisión de Movilidad Urbana del Concejo Deliberante, se promovió un instancia de diálogo entre los taxistas y el secretario de Gobierno, Santiago Bonifatti, pero no fue posible un acercamiento y por eso los trabajadores al volante analizan endurecer su postura.

Es que este 28 de enero vence el plazo que había fijado la gestión de Montenegro para cumplir con la instalación de los dispositivos. Desde esta fecha, en caso de incumplimientos, la municipalidad podría avanzar con sanciones contra los choferes, por lo que en el Sindicato Marplatense de Peones de Taxis (Simpetax) ya advirtieron que habrá medidas en caso de tomar conocimiento de infracciones.

"El GPS no sirve para dar seguridad en estas circunstancias. Nosotros lo que queremos es que sea optativo pero Bonifatti es muy tajante con su postura y no quiere. Y tampoco se quiere hacer responsable si un compañero llega a perder la vida a pesar de tener el GPS instalado", cuestionó Miguel Rodríguez, referente de la organización.

El representante de los trabajadores garantizó que se continuará con el reclamo a través de los "carriles" del Concejo Deliberante pero también prometió un "plan de lucha" para acompañar estas gestiones administrativas.

Si bien aclaro que las medidas de fuerza aún no fueron consensuadas en una mesa organizativa, Rodríguez confió a 0223 que se analizan cortes en importantes puntos estratégicos para el turismo que recibe Mar del Plata en plena temporada estival.

"En su momento, lo que se planteó es no prestar servicio en la terminal de ómnibus. Vamos a poner un grupo de gente que corte ahí para que no pase nadie. Lamentablemente, los turistas se tendrán que ir caminando. Y por ahí también lo hacemos en el aeropuerto", confirmó el referente de Simpetax.

Según el taxista, "el 80% de la flota, entre choferes y titulares" está de acuerdo con avanzar con un plan de lucha hasta que la administración de Montenegro cese con el pedido. "Para poder arrancar el expediente en el Concejo, juntamos 1000 firmas y podríamos haber sumado mucha más gente. Hay una gran disconformidad por esto", aseguró Rodríguez.