Gustavo Menéndez: “La oposición es como el colesterol, hay del bueno y del malo»

Gustavo Menéndez: “La oposición es como el colesterol, hay del bueno y del malo»

En Radio Urbana BA, el intendente de Merlo afirmó que “el dirigente nacional y provincial que escucha a los intendentes, tiene más posibilidades de tener una gestión exitosa”. Opinó de la oposición, de la gestión de Berni y fue contundente con el debate por la coparticipación: “Hay mucha deuda de la política con la Provincia de Buenos Aires”.

 

El intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, compartió su diagnóstico de la actualidad nacional en los micrófonos de Radio Urbana BA. “Las industrias funcionan casi en su totalidad. El mayor problema se tiene con los comercios, que tienen como modus operandi la conglomeración de personas bajo un mismo techo”, opinó sobre la apertura gradual del aislamiento.

Hablamos con muchos intendentes durante la cuarentena, y las prioridades de las entrevistas fueron cambiando. Viendo a Merlo, ¿ya no solo hay que hablar de lo sanitario, me parece no?

Hay que hacer un equilibrio muy difícil de lograr en esta etapa de la Provincia, en el conurbano y en el AMBA. Por un lado está el cansancio de la cuarentena, de quienes cumplieron la cuarentena. El segundo punto a analizar es la necesidad de todo el mundo de salir a trabajar. Aquellos que tienen comercios, abrirlos. Aquellos que son empleados, trabajar. Aquellos que son cuentapropistas poder volver a sus tareas habituales. Y por último hay un amesetamiento de la pandemia, pero alto. En Merlo tenemos, en promedio, 140 o 150 contagios nuevos por día. A esta altura más de 12 mil personas contagiadas en lo que va de la pandemia, con 150 personas fallecidas. Acomodar estas tres realidades es muy complejo. Independientemente de todo lo otro: la apertura económica, la necesidad de empezar a funcionar. Lo que pasa en Argentina es el reflejo de lo que pasa en todo el mundo. Hasta ahora es muy difícil encontrar la fórmula de ser exitoso frente a la pandemia y, a la vez, mantener la economía en términos de normalidad. Fue imposible cumplirlo en todo el planeta.

Reproductor de audio00:0000:00Utiliza las teclas de flecha arriba/abajo para aumentar o disminuir el volumen.

En Merlo debe suceder algo parecido a lo que pasó en otros distritos: en la urgencia, al principio, prepararse para dar respuestas sanitarias. Preparar las salitas de salud, hospitales, insumos. Todo eso ya se consiguió de alguna manera, y ahora está la etapa de nuevas flexibilizaciones, cómo volver a la normalidad en el trabajo. ¿Analizan la flexibilización de cada industria?

Las industrias funcionan casi en su totalidad. El mayor problema se tiene con los comercios, que tienen como modus operandi la conglomeración de personas bajo un mismo techo. Eso nos pasa con gimnasios, piletas, bares, restaurantes. Hay que buscar una modalidad en cada disciplina que permitan convivir con la pandemia. Las decisiones del presidente y del gobernador fueron las correctas. Ahora hay que convivir con la pandemia hasta poder tener la vacuna que vuelva la normalidad a escala global.

¿Qué rol tendrá la obra pública nacional y provincial en esta etapa?

Fundamental. Imaginate que el Estado nacional invierte miles de millones de pesos en obras públicas, que estuvo absolutamente paralizada. Merlo, como todos los municipios, ha estado firmando convenios con el ministerio a cargo de Katopodis, también con AYSA a cargo de Malena Galmarini. También firmamos convenios con el ministerio de Deportes y Turismo para colaborar con los clubes. El ministerio de Desarrollo Social tuvo una tarea titánica, asistiendo alimentariamente y ya pensando en cómo transformamos los programas sociales en trabajos genuinos. En Transporte se están firmando convenios para pasos bajo niveles y en paradas seguras. Y el ministerio de Salud fue un poco el epicentro neurálgico de la pandemia. Lo mismo con la Provincia, con un trabajo articulado. La obra pública será fundamental para poner de pie al país. Genera empleo. La economía empieza a circular y permite trabajo genuino.

Se anunció la quita de un fragmento de copartipación que Macri le había dado a la Ciudad por decreto. Parte de esos fondos se destinarán para la seguridad en el conurbano. ¿Les girarán fondos a los municipios?

Con el anuncio del nuevo plan de seguridad, que son 38 mil millones de pesos que Nación le dio a Provincia para encarar el tema de la inseguridad, 7.500 millones van a los municipios, con una lógica de distribución por cantidad de habitantes. También para la compra de insumos básicos, patrulleros, más cámaras, centros de monitoreos. Y el punto de coparticipación no se sacó a alguien, se lo devuelve a la Provincia luego de que la década del 80 le haya sacado a la Provincia 8 puntos. A partir de ahí la Provincia se volvió inviable. El punto ese le vuelve a la Provincia.

¿Qué evaluación hace los intendentes por el desempeño de Berni?

En principio, todos compartimos una misma mirada de país, de sociedad. Tanto Berni como el gobernador como los intendentes del FPV, compartimos una misma mirada. Tanto a Berni como a Axel le tocó lidiar con una Provincia inviable. Hay mucha deuda de la política con la Provincia. El gobernador siempre necesitaba tener más oxígeno basada en su relación con el presidente. Pero la Provincia debería tener por ley, de forma automática, sin necesidad de incomodar a nadie, los recursos necesarios para que sus vecinos tengan los mismos derechos adquiridos que los vecinos de Capital. No puede haber ciudadanos de primera y de segunda.

¿Cómo le cayó el comportamiento de la oposición durante la pandemia? Ahora se viene otra etapa, que es la de la reactivación de la economía.

A la oposición la podemos dividir como al colesterol, hay colesterol del bueno y del malo. Hay oposición de la buena y de la mala. La mala oposición es la que conspira, la que inventa, la que maneja a los trolls, que la juega a oponerse por oponerse, la que apuesta a que le vaya mal al gobierno. Después están los opositores que marcan las diferencias, que siempre son válidas, pero tienen un gesto de colaboración para los grandes desafíos. Ahí podés encontrar muchos intendentes opositores que se pusieron a trabajar y entienden que de esta salimos todos juntos. Marcan los errores, y eso es válido en el juego de la democracia. Hay que oponerse con argumentos. Llegará el momento en que las diferencias de miradas se expresarán en las elecciones.

Ahora le pregunto por el oficialismo. ¿Los intendentes se sienten lo suficientemente escuchados? ¿O podrían prestarles más atención?

Los intendentes somos una gran herramienta de la democracia. Los municipios son las instituciones más eficientes que tiene el Estado. No porque seamos mejores administradores, sino por la misma naturaleza jurídica y política de los municipios, por tener la cercanía que tenemos. Al tener administraciones más pequeñas, también son más ágiles. Normalmente lo que a la Nación o Provincia le sale 10, a nosotros nos sale 7 y medio, en términos de tiempo, de practicidad a la hora de ejecutar programas, políticas, obras. Siempre es muy inteligente poner los ojos en los municipios. Aquel dirigente nacional o provincial que escucha a los intendentes, tiene más posibilidades de tener una gestión exitosa.

Comentá la nota