Martín Guzmán presentó este viernes el nuevo proyecto para modificar las alícuotas de Ganancias para empresas, que para el oficialismo es un "alivio" fiscal para el 90%, mientras que para Cambiemos se trata de un impuestazo.

Ocurre que las dos interpretaciones tienen sentido: si se toma en cuenta que el año pasado se pagó una alícuota del 30% la mayoría de las compañías pagarán menos, pero si se contempla la reforma tributaria sancionada en 2017, que preveía un 25% general para este año, las de mayor facturación se verán afectadas. Y así cada uno tiene su relato. 

Como explicó LPO, el ministro de Hacienda envió una reforma hace un mes para tratarla junto a la que eximía de pagar Ganancias a empleados y jubilados con hasta 150 mil pesos de ingresos, pero no pasó el filtro de los legisladores oficialistas.

Respetaba el 25% para las ganancias menores a 1.3 millones y al resto les aplicaba escalas de ajuste suficientes para que Cambiemos denuncie un impuestazo a empresas con Ganancias de 108 mil pesos. Sergio Massa y Máximo Kirchner no lo toleraron y armaron una reunión con Guzmán el martes para cambiarle los planes.  

Lograron que escribiera otro proyecto de ley y lo enviara este viernes con montos bien diferentes: hasta 5 millones de ganancias netas pagarán 25% y recién por encima habrá un retoque, pero siempre sobre el excedente. 

Hasta 20 millones pagarán lo mismo que empresas más chicas ($1.250.000) más el 30% sobre las rentas superiores a 5. Y las que son todavía más lucrativas aportarán $5.750.000 y el 35% sobre el excedente de 20. El pago a dividendos queda en 7% y no en el 13% de la reforma de Macri. 

"La idea es que empecemos a revertir la reforma tributaria del macrismo y hacer una segmentación: el 90% de las empresas que la mayoría son pymes, van a bajar de 30% a 25% en ganancias, las grandes seguirán pagando 30% y las muy grandes que son de 1300, pagaran 35%", interpretó este jueves Anabel Fernández Sagasti, senadora del Frente de Todos y una de las que participó de la reunión para ablandar a Guzmán. 

"Creo que este consenso es un paso importante para una justicia redistributiva y una mano importante a las pymes, que son las que generan trabajo en este momento tan difícil",  destacó, pero en Cambiemos creen que esas supuestas 1300 empresas también deberían pagar menos. 

"Lo que hay en realidad es un aumento de impuestos, no un 'alivio'. Además, la reforma tributaria de 2017 buscaba gravar más los dividendos para así incentivar la reinversión de las utilidades", se quejó el diputado radical Alejandro Cacace. 

"Este proyecto da marcha atrás y abandona esa lógica, disminuyendo la alícuota para dividendos, en detrimento de la inversión. Todo esto se da en un contexto donde las empresas sufren una presión tributaria récord del 106%, la segunda más alta del mundo, de acuerdo al Banco Mundial".

"La progresividad del impuesto a las ganancias de sociedades no opera como la progresividad del impuesto a las ganancias sobre las personas físicas. En las personas físicas prácticamente toda la carga recae sobre el contribuyente, mientras que las empresas tienen la capacidad de trasladar su impuesto a los consumidores en los precios. Por lo cual el discurso de "vamos a cobrarles a las empresas" no es más que retórica en verdad.