Incertidumbre en sector lácteo y entre ganaderos

Incertidumbre en sector lácteo y entre ganaderos
La demora en expedir los decretos anunciados por el Gobierno para cumplir sus compromisos con los productores de leche no solamente ha generado incertidumbre en la industria de lácteos, sino malestar entre los productores.

Las empresas dedicadas al procesamiento de leche y sus derivados aseguran no tener certeza del impacto de las decisiones anunciadas el pasado jueves por los ministros de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde, y su homólogo de Comercio Exterior, Sergio Díaz-Granados –quien renunció el lunes–, porque los decretos no han sido expedidos.

El presidente de Asoleche, Jorge Andrés Martínez, afirma que lo único que conocen hasta ahora son las restricciones publicadas en los medios de comunicación. Al respecto, el dirigente opina que estas medidas no solucionan el problema de la producción lechera, y en cambio sí generan incertidumbre en las empresas.

A su turno, el gerente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (Analac), Diego Marulanda, coincide en que si no hay decretos es muy difícil hablar de los efectos. Sin embargo, afirmó que el problema es que los tratados de libre comercio ya no tienen reversa. “Con aquellos países con los que se puede aplicar alguna restricción, como los miembros de la CAN y Mercosur, es posible restringir el ingreso de las importaciones que afectan a los productores, pero no sucede lo mismo en casos como el de los TLC con Estados Unidos, Chile, Canadá y Europa.

Por su parte, el gerente de Colanta, Jenaro Pérez, elogió las medidas y señaló que hace falta elevar los aranceles para los lácteos que vienen de países con los que existe TLC. “En el caso de Estados Unidos, necesitamos un arancel del 95 por ciento. Tampoco es posible que mantengamos las condiciones del Mercosur, porque Argentina nos está llenando de leche en polvo”, dijo Pérez.

AÚN SIN DECRETOS

Está pendiente de expedición el decreto con las salvaguardias que aplicarán para algunos productos agropecuarios que se importan de la Comunidad Andina y el Mercosur.

Según el Ministerio de Comercio las medidas consisten en contingentes para dos años. En leche en polvo, que concentra el 73 por ciento de las importaciones de lácteos (unas 24.000 toneladas en el 2012), se fijó un contingente de 1.644. En lactosueros se fija un contingente de 4.698 toneladas de la Comunidad Andina y del Mercosur. El año pasado, las importaciones fueron de 6.656 toneladas, y el mayor proveedor fue Chile, con un tercio del total. En queso fresco, el cupo fijado fue de 8 toneladas. En el 2012, de las 412 toneladas que entraron al país, 394 se originaron en Estados Unidos. Argentina aportó 8 toneladas y Perú 1,8 toneladas.

SALVAGUARDIAS AL AGRO ESTARÍAN VIGENTES POR DOS AÑOS

En algunos casos, el contingente planteado excede ampliamente el valor de las importaciones. El decreto que está en trámite contempla establecer un contingente de 102.392 toneladas de cebolla. El año pasado, las importaciones de este producto sumaron 79.401 toneladas, 38 por ciento menos que un año atrás. El 80 por ciento de este volumen provino de Perú y Ecuador.

En el caso del tomate, el contingente establecido es de 2.178 toneladas, mientras que el año pasado entraron al país 823 toneladas, en su totalidad desde Ecuador.

En cuanto a la papa fresca y congelada, el contingente es de 3.202 toneladas. Argentina apenas responde por el 12 por ciento de las importaciones, pues la mayoría de las 15.000 toneladas proviene de Países Bajos y EE. UU.

Siete partidas arancelarias de fríjol tendrán un cupo de importaciones que alcanza las 23.323 toneladas. Solo el año pasado, la entrada de estas siete variedades llegó a 25.369 toneladas, y el 80 por ciento se originó en la CAN.

Comentá la nota