Medio país en la pobreza y Claudio Moroni mira para otro lado

El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, es uno de los funcionarios más próximos a Alberto Fernández. Cuando habla, expresa el pensamiento y las posiciones del presidente.

Este sábado Moroni dio una serie de definiciones que, como sucede a menudo, resultaron polémicas. Sobre todo en lo referido a la disposición del gobierno nacional en lo referido a un eventual incremento de subsidios y ayuda económica a empresarios y a la población en general. "Estamos hablando de restricciones de una semana, no de seis meses”, definió, visiblemente molesto.

El ministro de Trabajo también adelantó que si "hay necesidad" de revisar la meta de inflación del 29 por ciento  -en apenas cuatro meses ya escaló al 17,6 por ciento- se hará, porque "el objetivo del gobierno es que el salario real crezca”.

"El objetivo del gobierno es que el salario real crezca y por eso hemos habilitado cláusulas de revisión”, recordó. Y adelantó que "si la pauta no permite que obtengamos el objetivo de que el salario real crezca, tendremos la revisión de los convenios colectivos".

Tras definir como “injustificables” a los aumentos desmadrados de precios, informó que "está prevista la revisión" del salario mínimo, vital y móvil. "Lo fijamos por un año, pero le pusimos, al igual que las paritarias, una cláusula de revisión. Si es necesario revisarla, lo haremos”.

"Ahí tenemos un tema”, destacó. “El gobierno está tomando las medidas para que esto se vaya ordenando. Hemos tenido un deslizamiento de los precios, más allá de lo que podemos sostener”. Y explicó: "Es verdad que hemos tenido un incremento muy fuerte en términos reales de los productos básicos de los alimentos, pero hay cosas que no tienen explicación y se están tomando las medidas adecuadas”.

Moroni aseguró: ”Vamos a utilizar todas las herramientas que sean necesarias”. Y no descartó recurrir al apoyo sindical para controlar el sistema de precios. "Si vemos que trabajar con los sindicatos puede funcionar, lo vamos a hacer. De hecho, hay conversaciones que se están manteniendo".

Otro tema polémico al que se refirió Moroni es el vencimiento de la prohibición de despidos sin justa causa, cuya vigencia concluye a fin de mes. "Es un tema que tenemos que terminar de discutir. En estos días nos dedicaremos a discutir eso y tomar medidas en la semana. Veremos los informes sobre cómo resultó el tema del cierre de actividades respecto de la pandemia”. En realidad, la normativa provisoria no resultó demasiado exitosa, y el gobierno duda sobre la posición a adoptar en el futuro.

También el ministro habló sobre la ayuda económica estatal en medio de la crisis y las nuevas medidas por la segunda ola de COVID-19, reconociendo que no hay grandes anuncios para hacer al respecto. "Si las restricciones fueran de volver a escenario terribles como el año pasado, pensaríamos algo".

De todos modos -en otra definición polémica- argumentó que "los universos de cobertura que ha hecho el gobierno van generando las condiciones necesarias como para no recurrir a herramientas extraordinarias. Todo depende de la pandemia”.

Moroni aceptó  que "en todo sistema de cobertura, queda algún sector no cubierto, pero la verdad es que la ampliación que ha generado la Argentina ha sido enorme". Y concluyó: "Estamos hablando de restricciones de una semana, no de seis meses”.

Moroni es otro “funcionario que no funciona”, y cuya gestión es muy cuestionada por los trabajadores. El último cortocircuito se produjo el jueves pasado, cuando emitió una nota en la que confirmó que los trabajadores que recibieron una dosis y transcurridos catorce días, no están dispensados de volver a la presencialidad laboral. Es decir, que deberán presentarte a trabajar aunque no esté completada su inoculación y ante la evidencia cierta de que las vacunas no son “infalibles” para evitar el contagio, sobre todo de las nuevas cepas.

Por ahora, lo sostiene la burocracia sindical “albertista”. ¿Quién podría asegurar hasta cuándo?.

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