Por Facundo García

La interna en Cambia Mendoza suena en Buenos Aires como el eco de un futuro posible, ya que en su carrera hacia la gobernación el diputado Omar De Marchi viene planteando de forma muy concreta la posibilidad de ir a las elecciones 2023 por fuera de la alianza con el radicalismo. Y eso, claro, preocupa a Juntos por el Cambio.

La semana pasada el tema llegó a la cúpula de JxC; y este miércoles al mediodía se habló de De Marchi en la mesa nacional del PRO, donde el sector de Patricia Bullrich no oculta su inquietud ante las picantes declaraciones del lujanino.

Dicho sea de paso: además de lanzar su precandidatura a gobernador a fines de diciembre, De Marchi trabaja como armador federal en la campaña presidencial de Horacio Rodríguez Larreta. Eso suma algo más de leña al fuego, ya que dentro del PRO existen otros aspirantes a la primera magistratura.

Dardos con la UCR

Desde el radicalismo mendocino intercambian dardos cada vez menos sutiles con De Marchi, quien ha agudizado su postura hasta admitir que "le preocupa más transformar Mendoza" que el ajedrez de las alianzas electorales.

Todo ello acompañado por observaciones críticas sobre los indicadores sociales en Mendoza, lo cual terminó de caldear los ánimos y despertó respuestas desde la UCR, empezando por otro posible candidato a la gobernación: Alfredo Cornejo.

Además, Cornejo y Bullrich suelen mostrarse en composé y, no falta quien los imagina compartiendo fórmula presidencial. Por eso se anticipaba que en el Zoom del PRO "la Pato" se iba a posicionar contra las ilusiones del exintendente de Luján.

Es más: este diario pudo saber que los primeros minutos del cónclave virtual que se realizó el miércoles fueron bastante tensos. Estaban ahí Rodríguez Larreta, Bullrich, María Eugenia Vidal y Mauricio Macri, además de De Marchi.

Macri no criticó la postura de De Marchi

Para Bullrich, el intento de De Marchi peca de personalismo y "rompe el contrato electoral" que Juntos por el Cambio rubricó con los votantes del país.

Sin embargo, en Mendoza agitar el "fantasma del kirchnerismo" no tiene el mismo efecto que en otros lares, en parte porque el peronismo local se ha dedicado a mostrar sus propias fracturas de forma ostensible.

Por los pagos mendocinos, en consecuencia, casi ningún votante cambiemita teme que una ruptura entre el PRO y la UCR habilite un triunfo inevitable del PJ en cualquiera de sus versiones.

Larreta, por su parte, bancó de manera dialoguista a De Marchi. Y uno de los datos interesantes que surgió de los trascendidos es que Mauricio Macri no se mostró en contra de la postura del lujanino, sino que lo apoyó.

A favor de la candidatura De Marchi, Larreta y Macri pusieron como ejemplo la elección de 2017 en la Ciudad de Buenos Aires, donde Martín Lousteau jugó por afuera de Juntos por el Cambio y "nadie se puso nervioso".

Sumado a ello, el propio De Marchi ha explicado que él no interpreta que ir a las elecciones provinciales por fuera de Cambia Mendoza afecte a la alianza nacional, ya que los comicios serán desdoblados y en las presidenciales su sector se alinearía sin problemas dentro de JxC.

Aún no se comunicó un balance oficial de lo conversado. Señal de que -tal vez- las negociaciones no están agotadas.

En Mendoza también hay picazón

Por la tarde del mismo miércoles, hubo sectores de Cambia Mendoza -como PROpuesta Participativa Liberal- que empezaron a fogonear la idea de que el PRO local "se manifieste institucionalmente" confirmando su pertenencia al frente y llamando a elecciones internas.

La presión, en todo caso, no parece haber surtido efecto, ya que desde la conducción partidaria sólo respondieron: "Llegado el momento veremos qué sucede. A nosotros nos urge transformar este presente".

Por lo demás, JxC debe resolver algunos cortocircuitos en provincias como Neuquén, Río Negro o Chubut. Ahí también persisten cables pelados con los radicales.