La Federación Nacional de Departamentos (FND) radicó una proposición en el Congreso de la República para gravar las bebidas endulzadas y azucaradas.

El objetivo, aseguró la entidad, es que el recaudo de ese impuesto vaya directamente al sistema de salud del país.

"Es una alternativa para rescatar el sistema hospitalario del país de la crisis financiera en la que se encuentra y que se agravó por la pandemia del covid-19", aseguró. 

La FND aseguró que la deuda a la red pública hospitalaria asciende a más de $10 billones de pesos y, según estimaciones "de las propuestas del Ministerio de Salud, Universidad Nacional y RedPapaz, un posible recaudo derivado del impuesto a las bebidas azucaradas y endulzadas oscilaría entre $1.5 y $ 2 billones de pesos anuales".

Puntualmente, la FND propone una conciliación de las diferentes tarifas y definir 300 pesos por cada litro para bebidas nacionales y extranjeras. Solo estarían exentos productos lácteos, bebidas vegetales y la panela.

Además, agregó, la destinación de lo recaudado se haría de la siguiente manera: 50 % de los recursos irían a la red hospitalaria pública de los departamentos y el Distrito Capital, y el 50 % restante se usaría para financiar el sector salud del nivel departamental, así como programas y proyectos de inversión en salud pública.

La FND espera que su proposición sea tramitada en las plenarias de Cámara y Senado y sea aprobada antes de terminar el mes de septiembre.

"La idea sería que el impuesto entre en vigencia a partir del 1 de enero de 2022, para así garantizar la sostenibilidad del sistema de salud y brindar garantías de vida para los colombianos", cerró.

LAS CRÍTICAS

La Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) se mostró en contra de la propuesta de la FND y lo hizo saber mediante una carta dirigida a su director, Didier Alberto Tavera Amado.

"Una medida de esta magnitud afectaría dramáticamente a los micro y pequeños empresarios del canal tradicional, quienes, hoy por hoy, necesitan con urgencia medidas que propendan por su reactivación y no por su desaparición", dijo Jaime Albeto Cabal, presidente de Fenalco.

La agremiación insistió en que un impuesto como este va en contra de las tiendas de barrio, ya que ese tipo de bebidas es lo más comercializado en esos puntos de venta y "es gancho para el consumo de otros productos, como paquetes y pasabocas".

“Cualquier medida que perjudique a los habitantes de menores ingresos, a la clase media, al patrimonio de las personas naturales y al tejido empresarial, especialmente a las micro y pequeñas empresas tan golpeadas por la coyuntura actual, imponiendo IVAs o impuestos al consumo de bienes y productos de ordinario consumo en la población, cercena la posibilidad de reactivación de este segmento del comercio tan necesitado de medidas de apoyo para salir adelante de la crisis”, concluyó Cabal.