En La Plata, la mayoría de los profesionales de la salud son mujeres pero solo 40% son jefas

En La Plata, la mayoría de los profesionales de la salud son mujeres pero solo 40% son jefas

La Agremiación Médica Platense reveló, mediante un estudio, que el 70% de los médicos son mujeres pero solo un pequeño porcentaje de ellas ocupan cargos jerárquicos; en la provincia solo lo hacen el 25%.

 

La Agremiación Médica Platense realizó un estudio sobre “Mujeres profesionales en ámbitos hospitalarios”. Allí revelaron que el 71% de los trabajadores de la salud, son mujeres; sin embargo solo el 40% de los cargos jerárquicos son ocupados por ellas. Según la entidad, el aumento de mujeres médicas, fenómeno que denomina “feminización profesionalizada”, transformó la naturaleza de la feminización histórica del sector, que se caracterizaba por una presencia mayoritaria de mujeres entre técnicos y operativos.

“La tendencia que se infiere es un crecimiento muy importante en la proporción de mujeres profesionales: en 1980 representaban cerca de 3 de cada 10 puestos, mientras que en 2016 la cantidad prácticamente se duplicó y alcanza al 59,3%”. De esta manera, las mujeres actualmente, son mayoría en el total de estudiantes de las carreras de Medicina del país. No sólo hay más mujeres estudiantes, sino que se gradúan en mayor proporción y las inscriptas también son mayoría.

Así mismo, la AMP analizó que las posibilidades desiguales de especialización también marcan una desigualdad a la hora de acceder a puestos jerárquicos en la carrera laboral. Para acceder a un puesto de decisión, en especial en una institución hospitalaria, de manda pertenecer a la planta permanente, y es más factible hacerlo con una especialidad.

“Son las mujeres quienes, a pesar de ser una amplia mayoría entre los graduados, se especializan en menor proporción. Hay más médicas jóvenes sin especialidad no solo respecto a médicas de mayor edad, sino también a sus contrapartes varones de la misma edad. Esta tendencia se manifiesta en la expansión de la base de las mujeres no especializadas entre las más jóvenes”. Según la entidad, esta distancia entre mujeres y varones médicos tiene que ver “con las dificultades que enfrentan las mujeres para realizar residencias en un contexto en que la edad promedio de ingreso es entre los 27 y 29 años, edad en que muchas mujeres transitan procesos de embarazo y maternidad”.

En relación a la ocupación en los cargos jerárquicos, el estudio determinó que tanto en el Ministerio de la Nación y los ministerios provinciales, como en las principales carreras de medicina del país y en los gremios y asociaciones médicas, las mujeres son minoría en los cargos de responsabilidad. “Los datos de la provincia de Buenos Aires son elocuentes: las mujeres solo ocupan el 25% de las direcciones ejecutivas en las instituciones hospitalarias. Es decir, menos de 3 de cada 10 cargos. Entre las direcciones asociadas, la participación de las mujeres incrementa al 41%. De todas formas, aun en las direcciones asociadas no se alcanza la paridad”.

Así mismo en las sociedades o asociaciones profesionales médicas a nivel nacional, determinaron que “aquellas en especialidades feminizadas son más permeables a la participación de mujeres en sus comisiones directivas. En su gran mayoría, las comisiones están compuestas por mujeres y en varias de ellas se presentan situaciones de paridad. Sin embargo, los puestos de presidente y vicepresidente en general son ocupados por médicos varones, incluso en especialidades que se encuentran entre las de mayor nivel de feminización, como dermatología pediátrica y endocrinología pediátrica”.

En cuanto a la brecha de ingresos mensuales, que es el resultado entre la diferencia de ingreso horario  la horaria. Según el estudio, la diferencia en el ingreso percibido de las mujeres en relación con los colegas varones depende de la diferencia en el ingreso percibido por hora trabajada y de la diferencia en la cantidad de horas trabajadas. Esta situación afecta incluso más las profesionales que a las técnicas y operativas del sector.

“La feminización de los puestos profesionales de la salud no condujo a avances significativos en términos de paridad de ingresos. La brecha de ingresos mensuales de la ocupación principal entre las y los profesionales alcanzaba el 19,6% en 2016, y no se identifica una reducción de esta en los últimos años”.

Sin embargo, en el subsector privado, donde los salarios se fijan de modo más “discrecional” que en el sector público, en 2014 el salario promedio en pesos de los asalariados registrados era de 9.349,6 para las mujeres y 12.079,9 para los varones, lo que representa una brecha salarial de 22,6 puntos, considerablemente alta en comparación con otros sectores.

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