Raverta procura acordar con Pulti para contrarrestar a Montenegro

Raverta procura acordar con Pulti para contrarrestar a Montenegro

La jefa del FdT quiere sumar a sectores que no forman parte de JxC. Incluso piensa en una interna abierta. El líder de AM cree que no es momento de ninguna definición. Raid mediático del intendente. Malestar radical.

Por Ramiro Melucci

Está a la vista que el paisaje electoral que se le presentará al Frente de Todos el año próximo tendrá más espinas que hace cuatro años, cuando destronó a Juntos por el Cambio en la Nación y la Provincia. La situación económica y social, roída por la inflación, hace mella en los pronósticos electorales.

En Mar del Plata, donde al peronismo siempre todo le cuesta más, esos cálculos también se hacen. De allí los esfuerzos de la jefa del Frente de Todos local, Fernanda Raverta, para evitar que todas las fisuras internas que se ven en el plano nacional se reproduzcan en el pago chico.

Ese objetivo se combina con el de sumar la mayor cantidad de sectores que no forman parte de Juntos por el Cambio. Por eso Raverta tiende puentes con partidos y sindicatos que hasta no hace tanto estaban fuera de su radar.

Acción Marplatense es de todos ellos el que mayor volumen electoral podría aportarle. La titular de la Anses incluso piensa que una interna con el líder del partido vecinal, Gustavo Pulti, sería una buena forma de contrarrestar el peso electoral del intendente Guillermo Montenegro. En ese caso promete darle al ex intendente “todas las garantías” de que la competencia se corra en una pista nivelada.

Todo parece prematuro en un escenario con más interrogantes que certezas. Ni siquiera están escritas las reglas de juego. El 5 de noviembre, en Mar del Plata, el PJ bonaerense fijará su posicionamiento sobre una eventual suspensión de las PASO.

De todos modos, el esbozo del plan confirma que Raverta sigue con la cabeza puesta en Mar del Plata, a pesar de que no puede descartarse que reciba ofrecimientos para conformar la fórmula provincial o nacional del Frente de Todos.

Pulti siente que Acción Marplatense ha sido revalorizado, pero no tomará ninguna decisión hasta no tener más claro el panorama. “Nuestro partido expresa un proyecto de ciudad. No vamos a hacer nada que nos aleje del concepto que la gente tiene de nosotros”, suele comentar. Podría tentarlo, también, la posibilidad de un armado antigrieta promovido por el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti. “Hoy vamos solos”, se ataja para despejar cualquier clase de trascendido.

De momento, Raverta se contenta con otros asuntos. En su entorno destacaron la marcha por el Día de la Lealtad, de la que participaron sectores sindicales y sociales (como la CGT y el Movimiento Evita) que en Buenos Aires no convergieron con el kirchnerismo. También el triunfo en Mar del Plata de la lista peronista en las elecciones de abogados para el Consejo de la Magistratura, sorpresivo en un marco de dominio nacional de la nómina respaldada por Juntos por el Cambio.

La directora ejecutiva de la Anses participó del acto por el Día de la Lealtad que encabezó Máximo Kirchner en Plaza de Mayo, donde se escucharon reclamos al Gobierno por la situación económica. Algo similar sucedió en la ciudad. “Aquellos que gobiernan que se dicen peronistas deberían tomar la doctrina peronista y aplicarla”, reclamó el secretario general de la CTA Autónoma, Ezequiel Navarro.

El mensaje principal, sin embargo, aludió a “unidad”. Lo bajaron desde las nuevas autoridades del PJ local hasta los referentes de la CGT. El término ninguneaba implícitamente al tándem que forman el director del Correo, Rodolfo “Manino” Iriart, y el ex titular del PJ, Juan Manuel Rapacioli, que festejaron el Día de la Lealtad con la apertura de un local en Alberti e Italia. “Paren de agredir”, reclamó Rapacioli.

 

 El esbozo del plan confirma que Raverta sigue con la cabeza puesta en Mar del Plata, a pesar de que no puede descartarse que reciba ofrecimientos para conformar la fórmula provincial o nacional del Frente de Todos.

 

Mientras mira de reojo lo que sucede en la vereda de enfrente, Montenegro trata de congraciarse con los aspirantes presidenciales del PRO que pasan por Mar del Plata. Es lo que hizo el fin de semana pasado con Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. Una reunión en la localidad de Olivos con Mauricio Macri, al que acudió con otros referentes de la quinta sección electoral, y la cumbre climática de alcaldes en la Ciudad de Buenos Aires redondearon días de intensa rosca.  

Los encuentros de Juntos por el Cambio suelen parecerse a una sopa de letras. La X alude a internas presidenciales y municipales, pero no provinciales. La Y significa competencia nacional y provincial, pero no en el municipio. La V es la que solo evita la interna en el plano local. Una alternativa que, según las últimas conversaciones, podría encajar para el caso de Mar del Plata: la nómina local podría ir con todas las de arriba. La intención es proteger a los intendentes que ganaron las últimas legislativas y conservan su buena imagen.

El esquema no está definido ni mucho menos. Podría alimentar desconfianzas a la hora de la campaña electoral y, sobre todo, al momento de la fiscalización. “Todo esto se conversa con la hipótesis de que habrá PASO”, admiten cerca del intendente. Si no hay primarias, todas las letras vuelan por el aire.

El radicalismo también palpita las definiciones. Es el principal socio de Montenegro en el esquema de gestión municipal. El que le permite al intendente ufanarse de su gobierno de “coalición” allí donde vaya.

Pero cuando se pasa la lupa asoman los lunares. El radicalismo bonaerense acaba de cerrar filas para las elecciones internas del 13 de noviembre: el marplatense Maximiliano Abad mantendrá la conducción. Sin embargo, en Mar del Plata su candidato, el concejal Daniel Núñez, deberá afrontar una interna con Walter Curado.

¿Qué tiene que ver todo eso con Montenegro? A simple vista, nada. Pero la UCR apunta que el dirigente sindical Cristian Echeverría está detrás de la lista opositora. Se trata de un hombre con varios antecedentes conflictivos vinculado a funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Social. El radicalismo no cree que el intendente impulse la nómina de Curado, pero sí que tiene herramientas para taponarla.

Lejos de esas tensiones, el jefe comunal sumó un raid mediático para resaltar el recorte del 30% de su sueldo y la reducción del 20% del de la planta política. En ese contexto lanzó nuevas críticas a los gobiernos nacional y provincial y al kirchnerismo local.

Después de que la Justicia Federal mantuviera la medida cautelar que frena la exploración petrolera (apelada por el Ministerio de Ambiente de la Nación), el intendente también reveló que los resguardos que él solicitó en el marco de la causa judicial ya se cumplieron. Lo dijo de una forma sutil: “De los puntos que se plantearon quedaron algunos pendientes, no de los pedidos por el municipio”. Termina así de bajar una guardia que había levantado el último día del año pasado con frases mucho más contundentes.

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