"Son despectivas y discriminatorias para nosotros como pacientes, porque más allá de criticar una ley igualitaria, esa discriminación está viniendo justamente de las entidades médicas que deben velar por el cuidado de nuestra salud", indicó a Télam, María Elena Cabral.

Así respondió a las declaraciones del gerente médico de OSDE, Luis Fontana, quien en un reciente congreso de la actividad realizado en Bariloche calificó a la Ley de Fertilización Asistida como "la frutilla de la torta, de la fiesta de leyes de salud sancionadas espasmódicamente desde 2007 hasta la fecha".

Sostuvo que "no se tomaron el tiempo de consultar a nadie que supiera de fertilización asistida ni de infertilidad", y afirmó que "esta ley es una aberración científica".

"Lo tomamos de quien viene, un vocero de OSDE, que es una de las prepagas que desde un principio puso requisitos legales y discriminatorios que la ley no tiene", aseguró Cabral.

Asimismo, la doctora Flavia Denaday, especialista en la materia, indicó a esta agencia que "una ley no puede ser nunca una aberración científica".

"En todo caso las aberraciones están cuando uno comienza a cambiar las condiciones con las que se debe atender al paciente", sostuvo Denaday.

Por su parte, Cabral destacó que en OSDE "piden certificado de matrimonio o de convivencia, cuando la ley no habla de estado civil; cuestionan la donación de gametas a mujeres solas; discriminan por orientación sexual; y a algunas pacientes les ponen excusas respecto de su edad, nada que esté contemplado en la legislación".

Precisó que "este es un listado de reclamos de afiliados a OSDE que va totalmente en contra de la ley".

Precisamente en su disertación en el congreso de medicina prepaga, el directivo reconoció todos los puntos denunciados.

"Una persona de 51 años, viuda, con hijos mayores que se habían ido de la casa, vino a pedirnos fertilización asistida porque se sentía sola", aseguró Fontana.

En la misma línea indicó que "como no está cubierta la subrogancia de vientres, una pareja de hombres no podría tener una fertilización asistida".

"Cuando le decimos que no se cubre, la pareja de hombres se va. Pero vuelve al mes cada uno de la mano de una mujer. La subrogancia de vientres es incomprobable", afirmó Fontana.

También estimó que "puede venir una pareja de mujeres, una dona el gameto y la otra, el útero", y añadió: "El día de mañana se separan ¿de quién es el hijo?".

Por su lado, la doctora Denaday rechazó que "por la aplicación de esta ley se pueda disminuir la calidad científica", y remarcó que gracias a ella "la gente puede tener acceso a tratamientos soñados".

Consideró que "la Justicia es la que debe hacerse cargo de aquellos problemas que sean civiles".

También Cabral opinó que "a las prepagas tiene que interesarle la parte médica y no la jurídica", y subrayó que "ellas son prestadoras de salud y no deberían meterse en cuestiones civiles".

Remarcó que "la ley está para atender la parte de salud", y afirmó que "no es perfecta, pero se peleó muchísimo y no es para desmerecerla y discriminar".

En su embestida contra la Ley de Fertilización Asistida, Fontana también sostuvo que "hay donantes compulsivos", y destacó que "puede suceder que una pareja done en varios centros privados, que no están regulados, y se generen embriones que se criopreserven, y el día de mañana haya cientos de hermanos caminando por las calles que no sepan que lo son".

Sin embargo, la doctora Denaday explicó que "hay una limitación en los ciclos", y añadió que "no se pueden donar óvulos más de seis veces".

También aseguró que "los centros de donantes tienen restricciones" a la aceptación de donantes compulsivos, y puntualizó que "la fertilidad humana no es de 100 por ciento, no todos los pacientes se embarazan".

Por último, concluyó que "uno nunca es indiferente al niño que va a venir".