Según la UCA, tres de cada cuatro niños es pobre en el Conurbano bonaerense

Según la UCA, tres de cada cuatro niños es pobre en el Conurbano bonaerense

El informe muestra un grave empeoramiento en la situación de la infancia y un crecimiento generalizado de la pobreza. Además el malestar psicológico alcanzó el valor más elevado de toda la década en la encuesta realizada por el Observatorio Social.

El Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) presentó este miércoles un nuevo informe sobre la situación social en el país. Allí afirman que la pobreza llegó al 44,2 % de la población en 2020 y que en el Conurbano bonaerense el 75 % de los niños y niñas son pobres. A su vez, la indigencia habría alcanzando al 10,1% también en 2020.

“Caen en la pobreza familias que siempre tuvieron trabajo, pero que hoy no les alcanzan sus ingresos”, señaló la UCA, reflejando la gravedad de la crisis económica y social. Como consecuencia el nivel de malestar en la sociedad marcó un punto alto en la encuesta realizada por la institución, en el 2020 alcanzó el valor más elevado de toda la década: el 23,6% de la población urbana argentina manifestó sentir inquietud, agitación, nerviosismo, desesperanza, tristeza y cansancio.

Otro dato alarmante es que para el 46 % de los encuestados una parte de su alimentación dependió de la provisión gratuita en comedores, escuelas u otros espacios. En 2021 con la eliminación del IFE, como parte del ajuste en curso del Gobierno, y el alza de la inflación es muy probable que este problema se haya agudizado aún más.

Con el objetivo de obtener el visto bueno del FMI Alberto Fernández viene recortando los gastos más importantes para frenar la crisis social. En lo aplicado hasta abril del Presupuesto 2021 las prestaciones sociales aumentaron nominalmente sólo un 24,3 % en comparación con 2020, es decir, la mitad del ritmo inflacionario. Esta partida engloba a las jubilaciones y asignación universal por hijo (AUH), los principales ingresos recibidos por millones de familias de parte del Estado.

Los niños y niñas no pueden esperar, cada día que pasan sin comer o comiendo de forma deficiente es muy difícil de recuperar. Por esto es cada vez más urgente un IFE de $40.000 para garantizar que todas las familias puedan llevar comida a la mesa. Además la crisis actual está profundizando problemas que ya venían desde hace décadas, la aplicación de medidas que apunten a provocar cambios estructurales es fundamental para revertir la tendencia al crecimiento de la pobreza. Sin planes de obras públicas que generen empleos con salarios que cubran la canasta familiar y reorientación de la economía, no hay soluciones verdaderas.

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