Los gremios nucleados en la Intersindical Portuario Marítima habían advertido que estaban dispuestos a "dejar la sangre en el muelle" y cortar los accesos portuarios si el gobierno provincial no daba una señal clara de revisión al artículo 26 de la ley impositiva sancionada en la Legislatura. Pero la sangre, finalmente no llegó a la ría. Los anuncios de que la norma será modificada y el llamado al encuentro de pasado mañana a las 15 realizado por el ministro de la Producción Martín Ferré calmaron los ánimos aunque no alcanzaron para evitar que la medida de protesta continúe, al menos de parte de los trabajadores. "Seguimos de paro igual que hasta ahora y esperamos que el lunes haya soluciones concretas" explicó a Clarín Marcelo Domenech del gremio URGARA de recibidores de granos. "Aquí se está dando la misma lucha que hace veinte años cuando perdimos cargas por los reembolsos a los puertos patagónicos lo que significó una gran pérdida de fuentes laborales" agregó Marcelo Osores, director del consorcio público-privado que administra el puerto en representación de los obreros. Por su parte los sectores empresarios que integran el ente de administración, armadores y permisionarios entre otros, aceptaron levantar el paro. Ayer después de las 16 las terminales cerealeras y plantas del polo petroquímicos retomaron sus tareas, aunque todavía sin poder realizar embarques.