El peronismo sigue jugando al "desconfío": al final, Máximo asumirá en diciembre

El peronismo sigue jugando al

Fernando Gray y Gustavo Menéndez seguirán conduciendo el PJ de la Provincia de Buenos Aires hasta el 17 de diciembre pero Máximo Kirchner ya logró su cometido: someter a una tensión extrema al peronismo bonaerense donde reside su máximo capital político.

Un nuevo episodio renovó las intrigas y desconfianzas que subsisten en el peronismo de la Provincia de Buenos Aires, donde se repite lo que sucedía cuando Daniel Scioli gobernaba pero no conducía. Ahora, Axel Kicillof mira como desde otro lugar lo que pasa dentro de la fuerza principal de su alianza de poder.

Los intendentes, que no le reconocen autoridad ni cercanía, saben que su discusión es con Máximo Kirchner, quien recibe apoyos y disidencias casi por igual. Una nota periodística volvió a poner en relieve esta trama al sostener lo que para muchos era obvio. Que Kirchner asumirá el próximo 17 de diciembre, y no el 3 de mayo, el día posterior a su elección como titular del consejo partidario.

Según expuso uno de los históricos apoderados partidarios, "en las presentaciones judiciales que realizó Gray (Fernando), en ningún momento entró en el análisis el fin de su mandato. Si sucediera eso sí estaría en flagrancia con un derecho que tiene el actual titular del partido porque le cercenarían sus derechos".

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"El acortamiento del mandato no está analizado ni pedido en ningún expediente. Nunca se habló de que Máximo asuma antes de diciembre. Si pasara eso Gray sí tendría un agravio desde el cual reclamar por sus derechos", sostuvo Eduardo López Wesselhoefft, uno de los apoderados partidarios. El otro es el más conocido, Jorge Landau.

Según explicó un conocido operador peronista, que convive diariamente con La Cámpora, "a Máximo no le interesa asumir ya. El hecho político ya lo logró. Salgan como salgan las elecciones de este año, él ya se aseguró la lapicera". Si se complica, queda con todo el armado futuro. Y si no, nadie irá contra su decisión".

Del lado opuesto, cada complicación que se le presente al hijo de los dos presidentes es un minuto más de sobrevida. "De asumir en marzo, con Alberto Fernández, pasó a mayo. De renunciar todos los consejeros, ahora debe esperar hasta diciembre. Así las cosas, andá a saber que pasa en ese momento", dijo, intrigante, un histórico legislador que entiende todo sobre humores políticos.

En la hipótesis maximista, más allá de la formalidad de la asunción, él logró marcar la cancha y arrinconar a intendentes y dirigentes que pretendían otra realidad. No serán necesarios renuncias renuncias masivas ni acortamientos de mandatos para que termine manejando la estructura partidaria y el armado de las listas.

En el otro sector, la mirada difiere. "Si las elecciones las ganamos, él se hará cargo de la victoria y nosotros lo miramos por TV.  Ahora, si perdemos, por más que presida, seguramente no lo llamarán para pedir permiso, por lo menos. Así que todo lo que estuvimos discutiendo por el PJ queda abstracto no?". Lo de abstracto fue irónico. Exactamente quiso expresar un término no reproducible por más que sea en off. 

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