Divide aguas dentro de la CGT el llamado de Macri a un acuerdo nacional

Divide aguas dentro de la CGT el llamado de Macri a un acuerdo nacional

Aguardan por una convocatoria oficial para reunirse con el Presidente, pero ya anticipan rechazo al acuerdo con el FMI. Sectores más críticos piden ir a una huelga

 

La convocatoria que lanzó el presidente Mauricio Macri, apenas superada la turbulencia financiera, para avanzar en un acuerdo nacional no tomó por sorpresa a la dirigencia sindical enrolada en la CGT. Ya desde la semana pasada, a través de conversaciones informales con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y el vicejefe de gabinete, Mario Quintana, dirigentes de los sectores de la central de posición más dialoguista (gordos, independientes y hasta Luis Barrionuevo) fueron anoticiados de la iniciativa presidencial y de cierto interés de la Casa Rosada por evitar incentivar un escenario de conflicto social callejero en medio de las negociaciones con el FMI. No hubo compromiso de los sindicalistas en esas charlas, a la espera de una convocatoria formal a un encuentro con Macri para conocer de primera mano la letra chica del acuerdo pretendido por el Ejecutivo.

 

 

En el medio, las críticas crecientes contra la suba de tarifas, la decisión del Gobierno de recurrir a la asistencia financiera del Fondo y la preocupación por el impacto de la corrida cambiaria sobre la inflación alimentó el malestar de los grupos cegetistas más combativos que, lejos de aceptar sentarse a una mesa de negociación con Macri, presionan por el llamado a un paro nacional. En esa apuesta se enrolan mayoritariamente los gremios alineados con el moyanismo (que ya convocó a una marcha para el 25 de mayo en rechazo a la política económica oficial), además de la Corriente Sindical de Sergio Palazzo y, sorpresivamente, algunos poderosos sindicatos del transporte. "No vamos a aceptar ningún acuerdo para el ajuste. Vamos a defender los bolsillos de los trabajadores", advirtió ayer a este diario un referente del entorno más cercano a Hugo Moyano. Apenas un rato antes, la policía federal había allanada la sede de Camioneros en el marco de una investigación contra el ex líder cegetista por supuesta extorsión.

 

 

La posición que finalmente adoptará la central obrera se definirá la próxima semana y en buena medida dependerá de si finalmente reciben una convocatoria de la Casa Rosada. Por lo pronto, ya está agendada una reunión de mesa chica para la tarde del lunes, que buscará anticipar un consenso de cara al encuentro del consejo directivo previsto para el jueves 24. "Una definición hoy es imposible porque las posiciones están bastante divididas", razonó otro gremialista. Y añadió: "nadie quiere desestabilizar al Gobierno ni mucho menos, pero la situación social es complicada".

 

 

Consensuar los pasos a seguir representará, además, un enorme desafío para las conversaciones en marcha entre los distintos sectores cegetistas en la apuesta de acordar la unción de una conducción sindical única, que reemplace al actual triunvirato desde el próximo 22 de agosto.

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