Las listas para el Congreso, la otra batalla

Las listas para el Congreso, la otra batalla

Se eligen diputados y senadores. Unión por la Patria, Juntos por el Cambio y la unidad en medio de la irrupción libertaria a cinco días del cierre de listas.

 

Por Andrés Miquel

Se acerca el cierre de listas y la provincia de Buenos Aires pone sus ojos en la definición de los nombres que la representarán en el Congreso de la Nación. Como elemento particular en ese tramo de la discusión electoral, los bonaerenses volverán a elegir senadores nacionales, algo que no sucedía desde el 2017, cuando Cristina Kirchner se abrió de la estructura del peronismo y creó Unidad Ciudadana. También se votarán 35 diputados nacionales, donde entran en juego los resultados del 2019, cuando el Frente de Todos obtuvo 19 bancas y la oposición 16. 

Tras el cierre de alianzas, Unión por la Patria tendrá un condimento extra en su composición definitiva, porque irá a una PASO, algo que no sucede desde la experiencia bonaerese del año 2015, aunque en aquella contienda que concentraton Aníbal Fernández y Julián Dominguez no se pusieron en debate las listas nacionales. Por el lado de la oposición, más acostubrada al enfrentamiento interno, el desafío será lograr una lista para contentar a, como mínimo, cinco espacios de su coalición. La incógnita, otra vez, gira alrededor del vidalismo. 

Luego del recordado acto en el estadio de Arsenal de Sarandí a mediados de la gestión de Mauricio Macri, el kirchnerismo se volvió a encontrar con una Cristina Kirchner a la cabeza de una elección. El “no alcanzó” fue una repetida conclusión de aquella experiencia, donde la actual vicepresidenta terminó segunda, y alcanzó la banca que hoy ocupa Juliana Di Tullio. Con Esteban Bullrich al frente de la lista, el todavía Cambiemos se quedó con dos escaños. El segundo fue para Gladys González. Aquel resultado cambió la perspectiva en el peronismo, que dos años después logró un arco de unidad muy amplio que le permitió ponerse nuevamente en mayoría.

El peso bonaerense en la Cámara Baja

El recinto en la Cámara de Diputados de la Nación es uno de los que expone el peso de la Provincia de Buenos Aires en la discusión parlamentaria nacional. Este año se renuevan 130 legisladores de los 257 que la componen. 35 de los 130 son bonaerenses. Para el oficialismo, es el momento de revalidar su unidad del 2019, cuando obtuvo 19 bancas de esas 35. En aquella lista liderada por Sergio Massa, también estaban Máximo Kirchner, el ministro del Interior, Eduardo ‘Wado’ De Pedro; y la ministra de Gobierno de Axel Kicillof, Cristina Álvarez Rodríguez, entre otros.

En aquel entonces, de los 19 ingresantes, seis pertenecían a La Cámpora, cinco al Frente Renovador, y el resto a partidos minoritarios dentro del frente. Con el correr de los años, esa composición cambió dado que ocho legisladores bonaerenses arribaron a distintos cargos ejecutivos a nivel nacional y provincial. Esta situación alteró la paleta de colores del bloque oficialista que hoy, por ejemplo, cuenta con dos diputados del Frente Patria Grande que responden a Juan Grabois, dos legisladores oriundos del movimiento piquetero, y una diputada oriunda de la agrupación conducida por la ex titular del INADI, Victoria Donda.

A las asimetrías y diferencias que afloraron en el Frente de Todos durante los últimos cuatro años, hoy se agrega una variante: las PASO. La lista liderada por Daniel Scioli competirá contra, al menos, otro candidato dentro de Unión por la Patria, por lo que recién después del 13 de agosto se conocería la lista definitiva de diputados nacionales. Tras el cierre de alianzas, y con un duro comunicado del PJ provincial de por medio, se conoció que el piso porcentual al que debe acceder la minoría en las elecciones primarias es del 30%. Es decir, quien arribe a ese número podrá "colar" algunos de sus candidatos en la lista que junte la mayoría de los votos. La manera en que se integrarían los nombres aún continúa en negociación.

De las 16 bancas que la oposición pone en juego, ocho son del PRO, tres de la UCR, dos de la Coalición Cívica, dos por el peronismo de Identidad Bonaerense, y uno por el espacio comandado por Emilio Monzó. En la Cámara baja, Juntos por el Cambio funciona como un interbloque de 116 legisladores, dos menos que el oficialismo.

El dedo de Mauricio Macri, el halconismo de Patricia Bullrich, la permeabilidad de Horacio Rodríguez Larreta, las acusaciones de Elisa Carrió, algún aporte de la ex gobernadora María Eugenia Vidal, la interna de la Unión Cívica Radical, sumado al peronismo no oficialista, conformarán, a priori, la mesa de decisiones que elegirán los 35 nombres de la lista opositora.

Un detalle no menor es que, al igual que en la provincia, los pocos lugares que pone en juego el radicalismo hacen prever que apelen a dar un salto cuantitativo en las listas de la mano del fortalecido rol del titular del partido provincial, Maximiliano Abad, que incluso es mencionado como posible candidato a acompañar a Patricia Bullrich en la fórmula presidencial.

Gladys González, la senadora del PRO que terminará su mandato en diciembre.

En busca de la mayoría perdida

Unión por la Patria tiene, entre sus expectativas, volver a ser el sello que le brinde mayoría al peronismo bonaerense en el Senado de la Nación. La Cámara Alta se compone de 72 legisladores, tres por cada provincia y tres por la Ciudad de Buenos Aires. Con mandatos de seis años, 24 bancas se renuevan cada dos años en un sistema rotativo de provincias.

En esta oportunidad, el oficialismo pone en juego la banca que obtuvo Cristina Kirchner en 2017. Luego de asumir como vicepresidenta en 2019, su lugar lo ocupó Jorge Taiana, quien también renunció a la senaduría para tomar las riendas del Ministerio de Defensa. Hoy la senadora por la provincia de Buenos Aires es Juliana Di Tullio, histórica dirigente del peronismo y profundamente ligada a la conducción de Cristina.

Gladys González, ladera de María Eugenia Vidal en la provincia en su combate contra el sindicalismo es la única senadora que queda de la triada bonaerense que ingresó al Senado nacional en 2017. González fue la interventora del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), luego de derrocar judicialmente a Omar ‘Caballo’ Suarez. Con una incidencia cada vez menor en las definiciones dentro de Juntos por el Cambio, el vidalismo está cada vez más lejos de la provincia y sus partes deberán batallar para retener esta banca.

El otro senador que pone en juego el cambiemismo es José María Torello. Amigo de la infancia del ex presidente Mauricio Macri, con quien asistió al Cardenal Newman, fue acusado por Cristina Kirchner de integrar la mesa judicial junto al prófugo Fabián ‘Pepin’ Rodríguez y el ex ministro de Justicia, duramente atacado por la Coalición Cívica, Germán Garavano. Hermano del diputado Pablo Torello, ambos de Bragado, asumió en la Cámra Alta luego de la renuncia de Esteban Bullrich en febrero de 2022.

Volver a ser Todos

Para lograr su cometido y reccuperar la iniciativa en la Cámara de Diputados de la Nación, el oficialismo deberá revalidar su unidad. La Provincia de Buenos Aires cuenta con 70 diputados nacionales, de los cuales 35 se renuevan cada dos años. Unión por la Patria volverá a sentar a sus principales figuras a mesa de definiciones, y allí  estarán dos miembros del Cámara que finalizan su mandato: Massa y Kirchner.

Al iniciar la gestión en 2019, Massa fue electo presidente de Diputados, mientras que Kirchner fue designado al frente del bloque oficialista. Ambos renunciaron. El líder de La Cámpora dejó la presidencia del bloque a principios del 2022 en rechazo al nuevo acuerdo de pagos con el Fondo Monetario Internacional. El titular del Frente Renovador saltó al ministerio de Economía tras la sucesión de renuncias protagonizadas por Martín Guzmán y Silvina Batakis.

Dentro de los 19 titulares que asumieron en diciembre de 2019, hay otros ocho que fueron electos para formar parte de la Cámara Baja nacional pero terminaron ocupando cargos de gestión a nivel nacional y provincial: Luana Volnovich, Cristina Álvarez Rodríguez, Andrés Larroque, ‘Wado’ De Pedro, Facundo Moyano, Daniela Vilar y Carlos Castagneto.

Entre quienes finalizarán sus mandatos el 10 de diciembre, los renovadores tienen cinco bancas en el bloque. A la cabeza destaca Cecilia Moreau, reemplazante de Massa en la presidencia de la Cámara. Luego están Alicia Aparicio, dirigente de San Fernando y esposa de su intendente, Juan Andreotti; Ramiro Gutierrez, de Dolores; y Carlos Selva, quien fuera tres veces intendente de Mercedes. El quinto lugar es de Carolina Arricou, quien asumió tras la renuncia de la diputada Jimena López que migró al Ministerio de Transporte.

Contando desde el camporismo, este año terminará su mandato Florencia Lampreabe. Natural de Hurlingham, se le conocen distintos proyectos vinculados a la preservación ambiental. El que también podría ubicarse en un espacio vinculado a la organización comandada por Máximo Kirchner es Rodolfo Tahilade, conocido militante contra el Poder Judicial, cuyo mandato vence este año. También en ese universo se reconece a Lucio Yapur, técnico agropecuario de Chivilcoy que arribó a su banca en agosto 2021 por renuncia de Facundo Moyano.

Dos líneas internas que han tenido un crecimiento en su representatividad a partir de las renuncias y los corrimientos en las listas ponen a sus legisladores en juego. En primer lugar, el Frente Patria Grande que cuenta hoy con dos diputados: Natalia Zaracho, la dirigente cartonera de Fiorito que asumió tras la partida de Daniela Vilar al ministerio de Ambiente de la provincia, y el browniano Federico Fagioli que se vio favorecido por la partida de Carlos Castagneto a la AFIP.

Por otro lado, el escenario de recambio en la Cámara permitió que dos diputados del movimiento piquetero hoy conformen el bloque oficialista. Juan Carlos Alderete, líder de la Corriente Clasista Combativa, que asumió tras la salida de De Pedro al Ministerio del Interior, y Juan Marino, fundador del Partido Piquetero, que ocupó la banca que quedó libre tras la partida de Massa al ministerio.

Desde el Movimiento Evita, culminará su mandato el dirigente de San Martín Leonardo Grosso, vinculado a proyectos por los derechos de ambiente, género y diversidad, violencia institucional y economía popular. También renovarán una de sus bancas el sindicato de La Bancaria, a través de Claudia Ormaechea.

Las otras cuatro bancas que deberán renovarse son las que ocupan Liliana Yambrún, la dirigente oriunda de La Matanza que fue secretaria privada de Alberto Balestrini, Fernando Espinoza y Verónica Magario en el municipio; Lisandro Bormioli, pergaminense que asumió tras la salida de Andrés Larroque; Natalia Souto, que reemplazó a Cristina Álvarez Rodríguez; y la bronwniana María Rosa Martinez.

Volver a estar Juntos

El interbloque de Juntos por el Cambio dentro de la Cámara de Diputados de la Nación está compuesto por diez bloques. En cuatro de ellos se vencen mandatos de representantes bonaerenses. A su vez, dentro del Interbloque Federal está el pequeño bloque randazzista que también podría perder dos legisladores. Una de ellas es Graciela Camaño, que ya avisó que no será de la partida en la contienda de este año, aunque su espacios, Tercera Posición, firmó su ingreso a la alianza macrista en la Provincia. 

El PRO es el espacio mayoritario. Tiene 50 legisladores de los 116 del interbloque, de los cuales hay ocho bonaerenses que pueden perder su lugar en el recinto. La figura más destacada es la del, hasta hace pocas semanas, precandidato a gobernador Cristian Ritondo. El ex ministro de Vidal vio frustrado su proyecto provincial y hoy integra las filas del equipo de Patricia Bullrich a la espera de una coronación protagónica el 24 de junio.

El vidalismo no sólo encabezó la lista de diputados nacionales del 2019 con Ritondo, sino que también se quedó con el segundo lugar de la mano de María Luján Rey, Docente de San Antonio de Padua, es la madre de Lucas Menghini una de las 51 víctimas de la tragedia de Once y fue funcionaria de la ex gobernadora. Incluso, Vidal contó con una tercera representante: María de las Mercedes Joury. Si bien perteneció al sciolismo, continuó trabajando en Jefatura de Gabinete tras el cambio de gestión. Fue ladera de María Fernanda Inza en la Secretaria Legal y Técnica, la recordada funcionaria que debió renuncia por el escándalo de los aportantes truchos.

Otros dos legisladores con historia en el PRO que ponen en juego sus bancan son dos miradas contrapuestas en materia de derechos. Silvia Lospenato, protagonista en el debate por la Interrupción Voluntaria del Embarazo, y Pablo Torello, el dirigente agrícola de Bragado que en sus redes sociales trató de ‘incogibles’ a las integrantes del colectivo feministas.

Con el arribo de José Luis Espert a Juntos por el Cambio, se abre un interrogante sobre el destino de Alberto Assef, quien abandonó al liberal en 2019 alrededor de versiones cruzadas acerca del accionar del macrismo contra el partido de Espert. También deberán velar por sus bancas la ex titular de la Juventud del PRO y docente la Universidad de Guillermo Brown, Camilia Crescimbeni, y le pasto evangelista larretista que ocupó la banca dejada por Waldo Wolff, Gabriel Mraida.

Según repiten sus integrantes desde la elección del 2021, la Unión Cívica Radical está atravesando un proceso de crecimiento y “musculatura” que deberá poner de manifiesto en el armado de listas opositoras y en la posterior elección. Tres diputados ponen juego su banca. Desde el sector abadista, están la bahiense Karina Banfi y el hijo del ex vicegobernador de Vidal, Sebastián Salvador. El tercero en disputa es el histórico Miguel Bazze, hoy referenciado con Gerardo Morales y Rodríguez Larreta.

‘Lilita’ Carrió no se quedará fuera de la discusión. Dos legisladoras ponen en riesgo su continuidad y la líder de la Coalición Cívica anunció que, incluso, competirá como precandidata a Presidenta. Mónica Frade, diputada que en 2020 sugirió consumir dióxido de cloro para combatir el COVID, y Mariana Stilman, abogada involucrada en la causa AMIA, están a la espera de conocer su destino.

El espacio liderado por Emilio Monzó y Margarita Stolbizer pone en juego uno de sus cuatro legisladores. Se trata del ex funcionario de Rogelio Frigerio y actual armador provincial de Patricia Bullrich, Sebastián García de Luca.

 

Por último está el caso de Identidad Bonaerense, el bloque compuesto por Florencio Randazzo, Graciela Camaño y Alejandro ‘Topo’ Rodríguez. Los últimos dos verán vencer su mandato en diciembre de este año. Si bien no integran el interbloque de Juntos por el Cambio, el movimiento del partido de Camaño en la Provincia y el coqueteo todavía latente entre Horacio Rodríguez Larreta y el cordobés Juan Schiaretti, con quién el bloque articula en el Congreso, abre el interrogantes respecto a la posibilidad de un ingreso al principal interbloque nacional. 

Con Hilda "Chiche" Duhalde encabezando la boleta del schiarettismo, cuya alianza lleva el nombre de Hacemos por Nuestro País, se espera que el peronismo díscolo termine sumando una serie de referentes que permita una representación bonaerense que, al menos, iguale a la perfomance de la lista que acompañó a Roberto Lavagna en 2019. 

A ese elemento mediador, hay que sumarle la presencia de una lista libertaria, que de la mano de Javier Milei logrará engrosar la representatividad en el Congreso que hoy tiene como única representante provincial a Carolina Píparo, que ingresó en el 2021 desde la lista de Espert, dio el salto hacia La Libertad Avanza y ya anunció que será candidata a intendenta en La Plata. Sin embargo, su nombre suena cada vez con más fuerza como una potencial candidata a gobernador desde la lista del libertarismo. 

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