Milei desafía a los piqueteros y pone en juego su alianza con la clase media

Milei desafía a los piqueteros y pone en juego su alianza con la clase media

Los movimientos sociales marcharán hoy en las calles para protestar por el ajuste y recordar a los caídos en el 2001. El gobierno estrena el protocolo antipiquetes y la decisión de eliminar planes si se cortan calles.

Martín Dinatale

En un abierto desafío a los movimientos sociales que saldrán hoy a la calle a protestar contra las medidas de ajuste del gobierno el presidente Javier Milei pondrá a prueba el anunciado protocolo antipiquete, se enfrentará al gobernador peronista Axel Kicillof que no suscribe a la estrategia de la Casa Rosada y buscará sellar su alianza con la clase media que lo votó.

La mayor parte de las agrupaciones piqueteras, movimientos sociales y sectores de la izquierda marcharán desde este mediodía a Plaza de Mayo para protestar contra la política de ajuste fiscal anunciada por Milei y como justificativo para recordar a los muertos en la crisis del 2001 que culminó con la salida del entonces presidente Fernando de la Rúa.

En medio de la tensión social desatada por el gobierno con los piqueteros desde la Casa Rosada anunciaron que hoy se pone en marcha el dispositivo de protocolo antipiquete que contempla, entre otras cosas, un fuerte control de aquellas personas que corten las calles, la disposición de la línea telefónica 134 para denunciar eventuales amenazas de piqueteros y una fuerte presencia policial.

Operativo de seguridad

La ministra de Seguridad Patricia Bullrich ya anunció que el protocolo antipiquetes estara coordinado entre la Policía Federal con las fuerzas de seguridad porteña y se pondrá en marcha un esquema de identificación facial con cámaras de seguridad ante los manifestantes que corten las calles.

Con esta estrategia se busca establecer el lema de "aquel beneficiario de un plan que corta la calle se le corta el plan", que ordenó el mismo presidente y anunció la ministra de Capital Humano, Sandra Petovello.

En la Casa Rosada aseguraban ayer a El Cronista que la decisión de Milei y Bullrich es "cortar con la cultura de los piquetes y dar respuestas al trabajador que no puede andar tranquilo por la calle"

En ese planteo se encierra la doble preocupación del Presidente: por un lado, la necesidad de dar respuesta a los sectores vulnerables y evitar que sean utilizados por los intermediarios, pero por otra parte, se intenta ofrecer una solución a la clase media trabajadora que votó a Milei en la segunda vuelta y está molesta con la connivencia entre el poder político y los piquetes.

Resguardo a la clase media

En este sentido, un sondeo de Jorge Giacobbe revela que el 54% de los encuestados se muestra a favor de reprimir los piquetes. En ese universo está concentrada buena parte de la clase media argentina pero también sectores de bajos recursos que están hastiados con el clientelismo político.

Sobre esta base de sondeos y otras mediciones es que Milei decidió enfrentar a los piqueteros y avanzar con el protocolo antipiquetes a la vez que con la estrategia del Ministerio de Capital Humano de eliminar los planes de piqueteros o dar de baja a los intermediarios.

En rigor, esta estrategia de Milei busca mantener en pie su alianza con un electorado que a pesar de ser castigado con las medidas de ajuste y la inflación aún tiene esperanzas en el resultado positivo del gobierno en contraposición con la crisis que dejó el kirchnerismo. 

Bloque piquetero y Kicillof

En paralelo a todo esto, desde los movimientos piqueteros ayer presentaron en la justicia un habeas corpus y amparo colectivo para todos los manifestantes del 20 de diciembre. La movida en los Tribunales fue encabezada por el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Perez Ezquivel entre otros dirigentes sociales, políticos y de organismos de derechos humanos.

Eduardo Belliboni, el líder piquetero del Polo Obrero y uno de los actores centrales de la protesta piquetera dijo que la "intención de la presentación de un habeas corpus es para garantizar la protección de los manifestantes y lograr que haya libertad de expresión sin limitación en la protesta".

La arenga de Belliboni contempla la amenaza de llevar a la justicia la decisión del gobierno de reprimir la protesta en las calles.

No todos los movimientos piqueteros están en línea con Belliboni y el Bloque Piquetero Nacional que lo acompaña. Las agrupaciones que integran la UTEP de Juan Grabois, el Movimiento Libres del Sur y un sector del Movimiento Evita se oponen a la marcha de hoy. 

Se trata de agrupaciones que en gran medida están alineadas con algunos grupos kirchneristas y que al mismo tiempo objetan las medidas de ajuste de Milei. Pero por ahora no quieren aparecer como artífices de un enfrentamiento en las calles con la policía de Bullrich. De hecho, la UTEP convocó para el viernes a una jornada de ollas populares para rechazar las medidas de ajuste. 

El otro frente de tormenta que tendrá Milei en estos días alineado a los piquetes se llama Axel Kicillof. El gobernador bonaerense desafió al presidente y dijo que su provincia y la policía bonaerense no adherirá al protocolo antipiquete que instaló Bullrich.

 

Como respuesta a Kicillof el portavoz la Casa Rosada, Manuel Adorni, expresó sin vueltas: "Cada gobernador será responsable por el acatamiento o no del protocolo, nuestra prioridad es que el que quiera circular, circule, si no es la prioridad del gobierno provincial, dará las explicaciones a cada uno de los bonaerenses, para nosotros primero está el cumplimiento de la ley y la libertad de circular", afirmó.

En la Casa Rosada creen que la afrenta de Kicillof responde a una decisión de darle aire a su liderazgo en el peronismo. Esa apuesta del mandatario bonaerense se vio reflejada también en el comunicado de la Liga de gobernadores del PJ que el mismo Kicillof motorizó ayer para oponerse a las medidas de ajuste que la Casa Rosada quiere aplicar a las proivincias.

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