“Artículo 37.- Todos los habitantes de la Provincia gozan del derecho a recibir, a través de políticas efectivas de acción social y salud, las utilidades producidas por los juegos de azar, debidamente creados y reglamentados por ley. La Provincia se reserva, como derecho no delegado al Estado Federal, la administración y explotación de todos los casinos y salas de juegos relativas a los mismos, existentes o a crearse; en tal sentido esta Constitución no admite la privatización o concesión de la banca estatal a través de ninguna forma jurídica”, indicaba el artículo que lograron sumar a la Constitución provincial los trabajadores de Casinos

De esa manera se impedía la privatización de los casinos y seguro el despido de miles de trabajadores. 

“En plena década del 90, en medio de la barbarie Neoliberal, que desguazó al Estado privatizando todos sus bienes, que pauperizó las condiciones laborales de los trabajadores; los Trabajadores de Casinos resistimos estoicamente y supimos defender nuestra fuente de trabajo y sustento familiar”, recordó el titular de Administración, Maestranza y Servicios de Casinos, Roberto “Chucho” Páez.

“No fue fácil, la lucha era despareja contra un enemigo poderoso que no daba tregua, pero la toma de conciencia y la unidad en la lucha de todos los trabajadores tuvo como consecuencia este logro transcendental para los compañeros de aquel entonces y para todos los que fueron ingresando posteriormente”, agregó el dirigente gremial.

Finalmente señaló que “esa no fue nuestra única lucha, pero marcó un punto de inflexión que sustentó el que pudiéramos evitar una flexibilización en nuestros derechos, y con el cambio de época política y gobiernos populares pudiéramos avanzar en la consecución de más derechos y mejoras salariales”.