Aunque la paritaria de UTA concentra la tensión en la ciudad de Córdoba por su impacto en la prestación del servicio de transporte urbano, está en curso otra discusión igualmente impactante para la Capital provincial: el poderoso gremio de los recolectores de residuos (Surrbac) está en plena pulseada salarial.

La discusión tiene un impacto mayúsculo en las cuentas de la Municipalidad de Córdoba. El servicio de higiene urbana insume más del 15 por ciento del presupuesto municipal, y los sueldos de los recolectores son el principal costo de esa prestación. El gremio inició la discusión con un pedido de aumento del 58 por ciento anual, en etapas.

Además, la discusión paritaria se libra principalmente entre la gestión de Ramón Mestre y la conducción de Mauricio Saillén, ya que la Municipalidad de Córdoba, a través del Ente de Servicios y Obras Públicas (Esop) es el principal empleador de los afiliados al Surrbac.

Igualmente, toda suba de costo salarial para las prestatarias privadas Lusa, Urbacor y LAM, se traslada luego al municipio, ya que el contrato de la prestación prevé subas tarifarias automáticas cada vez que las empresas acreditan subas de costos.

La discusión se mantiene en total sigilo y no fue posible conocer detalles por parte del Surrbac. El único trascendido de ayer fue que el gremio habría flexibilizado su pedido inicial, aunque no muy por debajo del 50 por ciento.

La referencia para el rubro es Camioneros, que en junio cerró un aumento del 23 por ciento, que sólo abarca el segundo semestre del año y que volverá a ser rediscutido en diciembre.