“Hoy los procesos de lucha son para mantener el trabajo”

“Hoy los procesos de lucha son para mantener el trabajo”

Desde el Seminario de Investigación Sobre el Movimiento de la Sociedad se refirieron a la conflictividad social y destacaron un aumento en las acciones directas en la ciudad, desde diciembre de 2015 y hasta la actualidad.

Por fuera de la percepción social y las opiniones, lo cierto es que de un tiempo a esta parte la conflictividad en las calles de Mar del Plata sin dudas ha aumentado. Protestas, movilizaciones, cortes de calle, intervenciones o festivales son algunas de las expresiones, en el marco de un sinfín de reclamos, en su mayoría laborales.

Y en ese marco, desde el Seminario de Investigación Sobre el Movimiento de la Sociedad (Sismos) -un proyecto llevado adelante por graduados del Departamento de Historia de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP)-se refirieron a los datos recopilados a través del cotejo y la comparación de variables, en relación a la conflictividad social.

“Los procesos de lucha de los trabajadores no se dan tanto en el marco de la paritarias sino que se dan no solamente para (reclamar) un aumento sino para mantener el trabajo”, expuso Agustín Nieto, uno de los referentes de Sismos, a cargo de la documentación y la sistematización de las protestas o acciones de lucha en la ciudad.

En ese sentido, para el profesional “esta temporalidad de la conflictividad laboral responde a ciertos parámetros institucionales que se venían desarrollando a partir de 2004 y que probablemente marquen algún cambio de acá a algunos años”. Al respecto, consideró: “Se nota una diferencia en la dinámica de la conflictividad”.

En diálogo con QUÉ, en la radio, Nieto ahondó sobre la situación desde el cambio de gobierno, en diciembre de 2015. Sobre esto, advirtió: “Ya entre diciembre de 2015 y el primer semestre de 2016 no solamente que varió la cantidad sino justamente la gravedad de los conflictos, más allá de lo que aparece en la superficie”.

A modo de ejemplo, el representante de Sismos graficó: “Si un ve el número en bruto en comparación entre 2011 y 2016 hay variaciones; obviamente uno de los años más altos fue el 2012 que tuvo uno de los conflictos más importantes en el Puerto de la ciudad; sin embargo, el primer semestre de 2016 muestra una suba importante en cuanto al primer semestre de 2015”.

Y en cuanto al análisis que lleva adelante el grupo de trabajo, para Nieto “lo más importante no es la cantidad sino el tipo de conflicto y el tipo de demanda que se lleva adelante”. Al respecto, el graduado de la UNMdP advirtió que “se pasó de demandas ofensivas -es decir reclamos por mejorar la situación existente- a demandas en función de suspensiones o despidos”.

PROCESOS CÍCLICOS Y TEMPORALIDAD

Más allá de lo sucedido en la era Cambiemos, desde el seminario también hicieron hincapié en lo “cíclico” de algunos de los procesos, en cuanto a la temporalidad de los mismos. “Un dato que aparece claro a lo largo de los años es la recurrencia temporal de la conflictividad laboral: si uno lo separa por semestres va a notar que el primero es mucho más caudaloso en la cantidad de acciones”, expuso Nieto.

En esa misma línea, puntualizó que el 60% de las huelgas se concentra en el primer semestre, en tanto el segundo concentra el 40% restante: “Esto nos habla de un peso importante y que tiene que ver con la restitución de la negociación paritaria nacional, en 2004”.

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