“Queremos que venga una persona seria y con respaldo económico”

“Queremos que venga una persona seria y con respaldo económico”

Las expectativas están puestas para finales de agosto porque recién para esa fecha se sabrá si aparece algún inversor que recupere Germaíz o si directamente la aceitera se va a la quiebra. Los delegados de la planta Baradero contaron cómo es la situación que deben afrontar.

Los delegados de Germaíz, Darío González y Ernesto Tejera, explicaron cuál es la situación actual luego de la resolución de la jueza para abrir una última instancia de salvataje. Ellos estuvieron el sábado a la mañana en el programa radial que conduce el periodista Walter Lázaro en FM Encuentro y coincidieron: “Esta es la última oportunidad, o se logra salvar la empresa o la jueza decreta la quiebra, pero ya no habrá otra instancia, a fines de agosto o principios de septiembre se define”.

La fecha a lo que hicieron mención es porque la jueza abrió una instancia para que se presenten nuevos inversores (ver nota aparte) entre el 22 y 28 de agosto y en base a quienes se presenten y su documentación respaldatoria evaluará la posibilidad de que Germaíz salga a flote o directamente decrete la quiebra.

 

“La jueza dispuso el salvataje comercial porque el supuesto dueño no cerró el concurso y ahora empieza una nueva instancia donde se pueden inscribir nuevos inversores”, dijo González quien al ser consultado si saben sobre el interés de algún otro inversor respondió: “En concreto aún no hay, pero hay un empresario del rubro que hace mucho tiempo está interesado y ahora tiene abiertas las puertas para ver si se puede hacer cargo; lo que nosotros queremos es que venga una persona seria y tenga respaldo económico”.

También indicó que el presidente de la firma, Martín Demierre, se puede presentar en esta nueva instancia “pero no puede venir sin nada”. Demierre asumió al frente de Germaíz a fines de diciembre. “Hasta el momento no hizo nada, prometió incorporarnos de a poco, respetar el convenio, hasta le propusimos que la deuda la veíamos más adelante cuando la empresa empiece a ser más rentable; nos dijo que tenía dinero, respaldo de inversores, pero nos cortaron la luz por falta de pago de la boleta y se tuvo que retirar el personal de seguridad y encima después puso los candados”.

González recordó que los trabajadores a pesar de no cobrar su salario desde hace un año y medio continuaron yendo a la empresa para “cuidar el patrimonio que quedaba para que no se lleven nada”. Pero luego Demierre colocó candados y los empleados ya no pudieron ingresar más. “Después de que puso los candados empezaron a faltar cosas, una maquinaria que no sabemos bien dónde está pero ahora con la resolución de la jueza lo va a tener que presentar”.

 

La última vez que vieron a Demierre fue en la protesta frente a la fábrica cuando el empresario apareció para fotografiarlos. “Esa fue la última vez que lo vimos pero el diálogo con él se había cortado antes porque nos denunció penalmente”, manifestó Tejera y González acotó: “Nos denunció porque dijo que lo quisimos secuestrar adentro de la fábrica y en realidad lo que hicimos fue que nos dé una explicación ante el resto de los trabajadores”. Después lo denunció otra vez a González porque discutieron cuando Demierre empezó a cambiar las cerraduras.

Tejera indicó que la espera para saber cómo será la definición del futuro de Germaíz es “desesperante” y que en su caso está “preocupado” al punto tal que también lo afecta en sus horas de sueño. “Duermo poco porque no sabemos qué va a pasar, la preocupación sigue y ojalá que aparezca alguien”.

La situación que atraviesan es compleja pero figuran como trabajadores en relación de dependencia. “No estamos despedidos y el sistema nos perjudica porque no tenemos acceso a un subsidio y a todos lados que vamos figura que tenemos trabajo, a pesar que hace un año y medio que no cobramos. Según el sistema tenemos trabajo, que no cobremos es otro  tema”, expresó Tejera.

La ayuda que tiene desde el sindicato es que les mantienen vigente la cobertura de la obra social como así también otros beneficios como los regalos para Navidad o Día del Niño; incluso la ayuda de útiles escolares a comienzo del ciclo lectivo; también les dieron bonos para comprar alimentos en Maxiconsumo. Con respecto a la obra social el 40% lo cubre el sindicato y otro 40% la federación; es decir, que los empleados pagan solo el 20% de los medicamentos. Al mismo tiempo la sede se mantiene abierta, con los gastos que eso conlleva como el pago de tasas y servicios; y a su vez brinda trabajo a una empleada.

Lo que resta ahora esperar a la fecha señalada por la jueza. “O aparece alguien que se haga cargo de la empresa o se decreta la quiebra”, indicó González.

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