Suoem arremete con parálisis y piquetes

Suoem arremete con parálisis y piquetes

Daniele dijo que lucharán “hasta las últimas consecuencias” contra el polémico ente autárquico. Mañana, otra asamblea general.

El gremio de los municipales (Suoem) endureció aún mas su plan de lucha en contra del Ente Autárquico de Servicios y Obras Públicas (Esop) y anunció otra semana de protestas que tendrá su pico el lunes próximo con la realización de piquetes que harán 30 cortes en diferentes puntos de la ciudad, tanto en el Centro como en los barrios.

Además, continuarán las asambleas de tres horas por turno en todas las áreas y mañana –cuando el Concejo Deliberante apruebe el Esop– habrá una nueva asamblea general en el Palacio 6 de Julio.

“Luchemos hasta las últimas consecuencias contra esta mierda”, arengó el jefe del Suoem, Rubén Daniele, en referencia al Esop, al concluir una ruidosa asamblea que reunió a alrededor de 1500 empleados.

Pese a que están prohibidas por ordenanza, fueron arrojadas cientos de bombas de estruendo antes de que Daniele iniciara su arenga contra el Esop: “A estos ilegales hijos de puta los venceremos con la lucha”, reiteró.

Descartó que por ahora vayan a convocar a una huelga formal y anunció una batería de acciones y protestas, muchas de las cuales constituyen paros encubiertos que tienen semiparalizada la municipalidad y sus dependencias por tercera semana consecutiva.

Hoy miércoles, a las 18, el gremio realizará su propia audiencia pública en la sede sindical y Daniele resaltó el respaldo de los constitucionalistas Jorge Gentile y Adonis Molina Herrera en contra del ente. Insistió en que el intendente Ramón Mestre “miente” en que el Esop no afectará la tareas de los empleados y comentó que Gentile dijo que con el Esop se pueden prestar desde servicios educativos hasta hacer un canal de TV.

La protesta continuará mañana jueves con otra asamblea a las 11, frente al Palacio 6 de Julio, que coincidirá con el inicio de la sesión en el Concejo Deliberante que, se descuenta, aprobará el Esop en segunda lectura.

Daniele dijo que personalmente prefería que los empleados no se trasladaran al Concejo para evitar que se produjeran incidentes. En la asamblea de mañana también se distribuirán panfletos a los empleados para realizar una campaña de comunicación en la peatonal, shoppings y distintos barrios de la ciudad.

“Si nosotros, los empleados, no hacemos las tareas, no las hace nadie”, volvió a afirmar Daniele. Y advirtió: “O estás con el conflicto o estás contra el conflicto”, en referencia a algunos trabajadores que no adhieren a la protesta, luego de que el Ejecutivo anunciara que aplicaría descuentos salariales.

Pidió que los que no quieran sumarse a la protestas “se borren”, pero amenazó: “No den un paso contra la medida porque los declaramos enemigos”.

Mientras hablaba de la explanada junto a su entorno, en dos oportunidades desconocidos le arrojaron desde una ventana del Palacio 6 de Julio agua con tempera amarilla que le dejó pintado de ese color parte de su rostro. “Es una provocación” minimizó el gremialista que quedó con su cara pintada con el color identificatorio del PRO. En la asamblea anterior, le habían lanzado una taza.

“Es tan grande el cagadón que se están mandando que hay algunos funcionarios que ya están arrepentidos”, sostuvo el gremialista que permanentemente arengó a una exaltada concurrencia. “Señor intendente paren con esto que van a chocar la Municipalidad y usted está sentado en el primer asiento”, graficó.

El plan de lucha se extenderá hasta el martes de la semana que viene, cuando se realice una nueva asamblea, a las 11, para analizar la situación.

A raíz de la protesta del Suoem, el tránsito en el microcentro fue un caos, ya que antes y después de la asamblea general los municipales marcharon por algunas calles céntricas. Además, es total la ausencia de inspectores de tránsito.

La defensa del Suoem tras el anuncio de descuentos de horas no trabajadas fueron sucesivas denuncias sobre “empresas fantasma” que supuestamente estarían vinculadas a funcionarios municipales y escraches de funcionarios que trabajan muy poco o nada.

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