Acosta consiguió el respaldo en las urnas por parte de sus compañeros de trabajo y se muestra muy predispuesta en ocupar esta nueva función sindical.

“Es todo muy nuevo para mí. Es genial y lo considero una positiva etapa en mi vida laboral. Me ofrecieron la posibilidad porque el anterior delegado se estaba por jubilar, indagué sobre el tema y lo acepté”, dice esta joven que por herencia familiar tiene un vínculo directo con el ámbito del turf.

“Todos los domingos con mi padre y hermanos íbamos a las diferentes reuniones de Entre Ríos. Nos conocemos todos los hipódromos de esta provincia. Hasta llegamos a ser propietarios de caballos de la larga distancia”, cuenta y agrega otro dato que la une aún más con esta industria. “Mi marido tiene un tráiler y se encarga de transportar caballos”.

Ya había participado en la asamblea anual de la UTTA, que se realizó en el mes de junio en Buenos Aires. “Esa reunión fue el punto de partida para este presente”, finalizó Acosta quien se prepara para enfrentar el compromiso, sin dudas, un desafío de los lindos.