El Gobierno de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal a través de las autoridades del Hospital Posadas de Morón, despidieron a 120 trabajadores contratados precariamente desde hace años. Tras conocerse la decisión, los trabajadores realizaron una asamblea en el hall del nosocomio y la respuesta de las autoridades fue custodiar la unidad sanitaria con decenas de efectivos de la Policía Federal. 

 Los empleados de la unidad sanitaria denunciaron que varios de los afectados por la decisión del Ejecutivo están agremiados a sindicatos,  por lo que consideraron que la medida además de "ajuste" es de "persecución gremial".

La crueldad de la medida radicó también en el modo en que los empleados se enteraron que ya no podrían trabajar más en el nosocomio. El Director Ejecutivo del Hospital, Pablo Bertoldi Hepburn, no informó a los despedidos de manera individual sobre la decisión sino que lo hizo a través de una resolución en la que evidenció el nombre de aquellos trabajadores a los que se les renovarían los contratos. De esa manera, las personas que no figuraran en el listado debían considerarse echados.

En consecuencia, los trabajadores anunciaron una asamblea en el hall del hospital para planificar las medidas  a tomar para exigir la reincorporación de los despedidos. Al enterarse de esa medida, el Gobierno envió decenas de efectivos de Infantería para custodiar el Hospital Posadas.

Uno de los empleados despedidos que trabaja allí desde hace 19 años, Luis Sucher, contó que "hoy me enteré por una resolución de mi supuesta cesantía, de la que nadie se termina de hacer cargo ya que nos informaron que no estamos contemplados dentro de los listados de los contratos que se renuevan, ergo, estamos despedidos".