Los gremios del Puerto advierten que la situación es cada vez más crítica y temen desborde social

Los gremios del Puerto advierten que la situación es cada vez más crítica y temen desborde social

Consultados por LA CAPITAL afirmaron que la desocupación está por encima del 40%. Y advierten que la situación está al límite* "Estamos tratando que esto no estalle porque cuando la gente del Puerto sale a la calle no hay contención que valga", afirmó la secretaria general del SOIP, Cristina Ledesma.

Los secretarios generales de los principales sindicatos del Puerto lanzaron la advertencia: la situación social es cada vez más crítica y están preocupados por un posible desborde social.

El temor surge porque dentro de un mes está planificada la partida de embarcaciones hacia el sur para realizar la pesca de langostino. Aseguran que si eso se concreta, la falta de trabajo se profundizará y pasar el invierno será complejo.

Para evitarlo, piden la urgente intervención del Gobierno nacional para que aplique políticas que reactiven a la flota fresquera y así que el pescado no falte en la parte más cruda del año.

LA CAPITAL analizó la compleja situación con los gremios en donde más repercute el complejo panorama.

SOIP

El Sindicato de Obreros de la Industria del Pescado (SOIP) es el gremio que más siente la crisis en el Puerto. Representa a los más de 8.500 trabajadores que se desempeñan en tierra. Es decir, cuando el pescado baja del barco. Hoy el panorama es crítico. “Estamos cada vez más complicados. Hay muchos barcos amarrados en el muelle porque los empresarios que tienen cuatro o cinco barcos los van rotando y los sacan de a uno”, comentó Cristina Ledesma, secretaria general del gremio. Y agregó: “

Encima ahora muchos se van a ir para el sur por la pesca de langostino. La realidad es muy preocupante”.

En ese contexto, Ledesma aseguró que los fileteros la están pasando “cada vez peor”. “Hay muchas necesidades. Muchos ganan 6.500 pesos al mes y con eso no se puede vivir. Estamos muy mal”, comentó.

Para describir la grave situación, la secretaria general del SOIP utilizó una comparación. “Hace muchos años los fileteros nos quejábamos de que se trabajaban 14 horas por día y no había regulación. Hoy pedimos aunque sea que se trabajen unas pocas horas todos los días. Hay gente que a veces solo tiene empleo uno o dos días a la semana”, describió.

En ese panorama, la desocupación no paró de crecer. Y lo que viene no es alentador. “Hay empresas de capitales chinos que ya comenzaron a despedir. Nos dicen que desde China ordenaron hacer recortes y en poco tiempo puede llegar a haber entre 20 y 30 despidos”, contó Ledesma. Y agregó: “Además de esto tenemos mucha subocupación”.

La sindicalista afirmó que no saben cómo van a pasar el invierno. “No hay trabajo y se viene lo peor del año. Estamos a mediados de mayo y ya no sabemos qué hacer. A la gente no le alcanza para comer, menos para pagar los aumentos de luz y gas. Y el que no tiene gas natural ni siquiera la alcanza para la garrafa”, explicó.

Ledesma, con una extensa experiencia gremial, la situación no da para más. “Esto está a punto de estallar. La gente dice que no aguanta más y nos piden salir a la calle. Con lo que tiene no les alcanza para vivir. Si la gente quiere salir a la calle, los vamos a acompañar”, aseguró. Y contundente sostuvo: “Vivimos al límite tratando de que esto no estalle porque cuando la gente del Puerto sale a la calle no hay contención que valga. Y la verdad es que esto no da para más y la situación es cada vez peor. Pedimos la intervención urgente de las autoridades. Lo único que queremos es laburo. Cuando hay laburo todo el resto se soluciona”.

La secretaria general de SOIP comentó que se reunió con el intendente Carlos Arroyo para plantearle esta situación. “Nos dijo que iba a hablar con la gobernadora (María Eugenia) Vidal. Prometió pedir la urgente intervención de la provincia”, aseguró. Y contó: “Ya habíamos hablado la otra vez. En esta oportunidad le advertimos que si no hay una rápida solución esto no se puede soportar más. Estamos al límite”.

Ledesma también aseguró que se mantuvieron reuniones con representantes del Ministerio de Trabajo de la Nación y del Ministerio de Agroindustria. “Están al tanto de lo que pasa. Ahora necesitamos las soluciones”, dijo.

Simape

El Sindicato Marítimo de Pescadores (Simape) difundió una estadística contundente que demuestra la gravedad que atraviesa el sector fresquero en el Puerto. En base a relevamiento realizados en los grupos empresarios más importantes del sector, de los 894 puestos de trabajo que hay arriba de las embarcaciones, 406 no realizaron tareas desde enero. Los datos dejan traslucir que al menos la desocupación es superior al 40%. Un dato: el informe no tuvo en cuenta a los buques fresqueros costeros que según el sindicato están en peor situación.

“Hay empresas que no operan hace años y empresas que este año no han arrancado. No hicieron una sola marea y hay que contar por cada tripulante que hay en un barco trabajan 14 personas en tierra. Esa es la cadena de producción y por eso dependemos tanto de los fresqueros”, explicó el secretario general del Simape, Pablo Trueba.

Para el gremialista, los problemas en el puerto no son sólo de desocupación sino también de subocupación. “Estos son los casos de la empresa que les paga un salario mínimo, vital y móvil garantizado pero los barcos no salen a navegar. Esto a su vez genera que los relevos no tengan trabajo y estén desempleados”, sostuvo. En este escenario, el pronóstico no es alentador.”Vemos que las cosas están al borde de estallar. El sector pesquero está en coma y al borde del caos”, sostuvo Trueba. Y advirtió: “Una medida de fuerza se la organiza en una discusión paritaria. Un estallido social no lo organiza nadie. Es mucho peor que un paro”.

El secretario general del Simape afirmó que “hay un caldo de cultivo para esta situación”. “Encima a principio de junio se van 42 barcos a pescar langostino al sur. Ahí el problema social va a ser enorme”, se lamentó.

En medio de esta compleja situación, Trueba aseguró que el único que puede encontrarle una respuesta al problema es el Presidente de la Nación, Mauricio Macri. “Tiene que organizar una reunión cumbre donde convoque a todas las partes”. Para Trueba, “el problema de fondo tiene que ver con la administración pesquera”. “Acá para que haya soluciones tenemos que sentarnos todos en una misma mesa y analizar los problemas”, aseguró. Esto significa que en las negociaciones participen representantes del Ministerio de Economía de la Nación, del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca e incluso de la Cancillería. “Hoy la Argentina compite con China que vende un pescado más económico. El Estado aún no ha sabido combatir esa situación y es un problema grave”, sostuvo Trueba.

Pese a su intención, el secretario general del Simape dijo que “no ve intención del gobierno de buscar soluciones”. “No tenemos un interlocutor válido con el Presidente. Tendría que ser el intendente Carlos Arroyo pero evidentemente por más esfuerzos que hace no puede”, dijo. Y explicó: “El gobierno municipal hizo esfuerzos pero mucho no tiene para hacer. La provincia también se preocupa y puede ayudar sólo con su peso político. Acá la pesca la maneja el Gobierno nacional y es el que toma las decisiones de fondo. El 95% de lo que se pesca en la Argentina se exporta. Hay que cortar la importación de latas con la que se pierden puestos de trabajo”.

SUPA

En el Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA) empezó la cuenta regresiva. En menos de treinta días se terminará la zafra de calamar y a partir de ese momento el futuro será incierto. “Se va a quedar toda la gente sin trabajo y ahí va a ser difícil contenerlos”, explicó el secretario general del gremio Carlos Mesamico. Y agregó: “En la estiba son todas cooperativas y pymes chicas que se bancan el costo fijo ellos. Si no trabajan se caen. El costo laboral de cada trabajador son 6.500 pesos por mes y después de ahí tiene que empezar a ganar para llevar a la casa”.

En medio de un complejo panorama que se repite año tras año, esta vez se suma la posibilidad de que las embarcaciones fresqueras se vayan al sur a realizar la pesca de langostinos. “Si eso llega a pasar, lo que se viene es terrible. En nuestro gremio 300 personas se van a quedar sin trabajo”, sostuvo Mesamico. Y explicó la situación actual: “En la actualidad la flota fresquera de los barcos colorados está prácticamente paralizada. A eso hay que sumarle que, como no le dan los números, un importante número de la flota fresquera amarilla ya se está desarmando y preparando para ir a pescar al sur”.

Para el secretario general, la situación se agravó porque el pacto que hicieron los empresarios con al gobernadora María Eugenia Vidal no se cumplió. “Los gremios fuimos los únicos que los respetamos. Después, los empresarios nunca sacaron los barcos”, aseguró.

Además, Mesamico contó que ya puso en conocimiento de la situación al intendente Carlos Arroyo. “Sabemos que habló con Vidal y que también le mandó una carta al Ejecutivo. Tenemos la esperanza de que se produzca un milagro y que los barcos no se vayan para el sur, sino lo que puede pasar es una lotería”, afirmó.

-¿Cuál es el origen de los problemas y cómo se solucionan?, le consultó LA CAPITAL a Mesamico.

-El principal motivo por el que no le dan los números al sector más chico de la flota fresquera es que tienen algunas especies restringidas y el gasoil. Eso son los problemas graves de la flota pesquera amarilla. Después, el otro problema que tiene la flota fresquera colorada es que los barcos no salen porque la mayoría de los empresarios de ese sector tienen flota mixta. Entonces sacan los congeladores y cada tanto un fresquero para no perder los permisos. Todo esto se tiene que cambiar con política pesquera y depende del Gobierno nacional. A la gobernadora la necesitamos para que nos acompañe a reclamarle al Ejecutivo pero más no puede hacer.

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