La medida es impulsada por UPSA, la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA), la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) y la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA) y afecta sólo a los pasajeros de Aerolíneas Argentinas y Austral. El resto de las compañías opera de acuerdo a su cronograma normal.

Desde la aerolínea de bandera sostuvieron que los trabajadores percibieron el año pasado un aumento de salarios del 42%. En este sentido, con la negociación de este año buscan preservar el poder adquisitivo de todos los empleados de Aerolíneas Argentinas y Austral.

Por su parte, el Presidente de la compañía estatal, Mario Dell'Aqua, manifestó su rechazo ante la "desagradable decisión de los pilotos de Aerolíneas". Además, el funcionario aseguró que "la gravedad de este paro no está exenta de connotaciones políticas" y que les descontarán el día a quienes estén detrás de la decisión.

"Veníamos negociando bien y en esta última semana han tomado una actitud totalmente irrazonable", sostuvo Dell' Aqua. "Cuando uno dice 'o me dan lo que yo quiero o rompo todo', no hay manera de negociar", agregó.

Por otro lado, afirmó que ubicaron a todos los pasajeros varados en hoteles y que "protegen" los vuelos siguientes para poder trasladarlos. No obstante, Dell'Aqua dijo que algunos podrían "tardar una semana en volver".

Respecto a las pérdidas sufridas por la empresa, el titular manifestó que, aunque todavía no lo han contabilizado, el monto ascendería a un número entre 3 y 5 millones de dólares. "Pero lo importante es la confianza que se pierde y la cantidad de pasajes que vamos a dejar de vender", reflexionó.