Para las diez de la mañana, y bajo frío y lluvia, la fila ya daba vuelta la esquina. El objetivo de todos era el mismo: conseguir alguno de los puestos que la cervecería y confitería "Viejo John" estaba buscando cubrir para abrir a mediados de agosto.

Para las 13, la fila ya casi rodeaba la manzana. "No lo podemos creer", repetían, una y otra vez, Diego González y Federico Villafañe, dueños del establecimiento. El aviso lo habían pubicado este domingo en el diario marplatense La Capital y desde hacía solo 3 días que lo habían subido en Facebook.

"Estamos sorprendidos de la cantidad de gente que está buscando trabajo, pero esto demuestra cómo está la ciudad. Nosotros siempre estuvimos del otro lado, fuimos camareros, ayudantes de cocina. Esta es la primera vez que abrimos algo nuestro", agrega.

El anuncio en cuestión pedía un cocinero/a, un ayudante de cocina, un barman o barwoman, un cafetero/a, un camerero/a; y camarero/a de calle. "Vi el anuncio ayer por Facebook y me vine. Estoy trabajando como camarero para eventos en Santa Clara, pero necesito un trabajo fijo. Desde marzo que estoy buscando y no encuentro nada", señaló Franco, de 26 años.

La charla entre los postulantes ayuda a hacer más pasajera la larga espera al aire libre. Así fue cómo María, Ailén y Melanie, de 23, 19 y 20 años respectivamente, comenzaron una amena conversación en la que se dieron cuenta que las tres hacía al menos seis meses que se encontraban buscando trabajo.

La imagen de filas interminables con personas de todas las edades buscando un trabajo es una postal que, desafortunadamente, se repite en la ciudad. Hace menos de una semana, a pocos metros del Viejo John, la búsqueda de un personal administrativo y cuatro camareros volcó a más de 400 personas a presentar su curriculum en un estudio contable.

Según el último índice difundido por el INDEC en junio, Mar del Plata dejó de ser la primera ciudad en el ranking de desocupación, con el 8,5% y se ubicó debajo de la media nacional de 9,1%.