Fue una treintena de entusiastas muchachos, que ocuparon el hall del edificio municipal, acompañado de bombos y redoblantes. La ruidosa manifestación logró en principio que se cerraran las puertas principales de acceso al edificio durante la mañana.

Después de un rato, los manifestantes fueron atendidos. Se les comunicó que deberían integrar una comisión en representación de todos quienes trabajan lavando automóviles en las calles de la capital. Y que los recibirá entonces el secretario de Coordinación del Gabinete municipal, Marcelo Bermúdez.

La cita fue establecida para el próximo martes, a las 7 de la mañana.

El grupo más activo de los lavacoches ya había manifestado que no aceptaría cursos de capacitación ni ninguna otra oferta que no fuera con trabajo estable y garantizara unos 3.000 pesos mensuales, suma que –dicen- correspondería con el promedio de lo que ganan lavando o “cuidando” automóviles en la calle.

El gobierno de Horacio Quiroga había advertido que en un plazo de entre 90 y 120 días terminaría con la actividad de lavar autos en la vía pública, que está expresamente prohibida por una Ordenanza.