Sin definiciones, el movimiento obrero sentó las bases de la unidad en un nuevo plenario

Sin definiciones, el movimiento obrero sentó las bases de la unidad en un nuevo plenario

Tras el encuentro de este jueves, ambas conducciones de la central obrera local, junto a los más de 50 referentes gremiales participantes, destacaron “la voluntad de avanzar hacia la normalización”. Sin embargo, postergaron la elección de la nueva conducción para el año próximo.

 

El plenario del movimiento obrero de La Matanza, celebrado este jueves, en la sede que el Sindicato de Luz y Fuerza tiene en San Justo, dejó una certeza: al igual que a nivel nacional, las CGT volverá a estar unida bajo una sola conducción. Sin embargo, aun resta definir tanto el formato que tendrá ese nuevo liderazgo, y el o los nombres que tendrá ese, o esos, cargos directivos; algo que terminará de definirse entre febrero y marzo del año próximo.

Así las cosas, el secretario general de la CGT de La Matanza, Mario Ortiz, en diálogo con El1 Digital calificó la cumbre de las organizaciones de trabajadores como “excelente”, tanto por su convocatoria como por la posibilidad que tuvo “cada compañero de brindar su exposición”. “Si bien no hubo ninguna votación, quedó plasmado que el deseo de la mayoría es que haya un solo secretario general, un solo secretario adjunto y que se ocupe el resto de los cargos como corresponde”, señaló.

“Con Ernesto (Ludueña) tenemos claro que queremos la unidad y que todos los compañeros de las dos CGT estemos juntos. No queremos dejar gente herida, sino que todos formen parte de esta unidad”, insistió sobre el carácter inclusivo que tiene, en esta etapa, la unidad a la que aspira la central obrera. “Sabemos que no va a ser fácil, pero hay buena predisposición para lograrlo y creo que vamos a llegar a ese objetivo”, continuó.

En la misma línea, Ernesto Ludueña, titular de la CGT Unidad de La Matanza, aclaró que lo que dejó el plenario fue “las bases del camino hacia la unidad” que transita el movimiento obrero local después de años de ir dividido. “Lo primero que hay que decir es que se ha demostrado la voluntad de que ambas partes (de la CGT locales) queremos el camino a la unidad” y remarcó que cada dirigente sindical que tuvo la palabra pudo “manifestar su voluntad y su deseo”.

“Cada compañero fijó su posición, pero lo que establecimos fue una estrategia. Tenemos un Plan A, que podría ser un sindicato con un dirigente a la cabeza y un secretario adjunto; y, después, tenemos un Plan B con un binomio”, explicó, al tiempo que dejó planteada su postura de centrar todo el poder en una sola persona y no adoptar formas de conducción como la establecida a nivel nacional, donde quedó conformada bajo la forma de un triunvirato.

Sin embargo, puso un freno a la ansiedad de ver a todo el movimiento obrero unido al asegurar que “la idea generalizada es agotar todas las instancias en función de la unidad”. Pese a ello, resaltó “la voluntad de los distintos compañeros de las diferentes organizaciones que se manifestaron señalando que al movimiento obrero matancero le hace falta la unidad para discutir políticas, condiciones de trabajo y cualquier planteo que queramos hacer en beneficio de los trabajadores”. “Todos tenemos el mismo ánimo y el mismo deseo de encontrar un movimiento obrero unido, al frente de los reclamos de todo lo que hace al mundo del trabajo y la producción”, concluyó.

En tanto, Marcelo Barreiro, titular de Las 62 Organizaciones Peronistas, manifestó que, “así como se logró la unidad a nivel nacional, el movimiento obrero matancero debe empezar a construirla a nivel local con la normalización de las dos CGT en una”. “Esa es la intención que tienen los compañeros Ortiz y Ludueña y lo han demostrado”, destacó, y consideró esa actitud como “algo importante y saludable”.

En esa línea, como referente del brazo político del movimiento obrero, recordó que “la CGT se dividió en 2013 por cuestiones políticas, algunos se fueron para el Frente Renovador y otros, para el Frente para la Victoria”, y pidió “aprender de cómo son los políticos”. “Hoy, fíjense dónde está Cristina, dónde está Massa y dónde estamos nosotros”, aportó en relación a que no hay motivos para que la central obrera siga dividida.

Sobre una posible definición, Barreiro anticipó: “Más tardar para el mes de marzo, tendremos una CGT unida”. “Yo creo que llegó la hora de dejar las mezquindades y los egoísmos de lado, y, ya sea con una o dos personas en la conducción, la CGT deberá estar unida”, subrayó.

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