El Sindicato de Panaderos de Salta se encuentra en estado de alerta y movilización debido a la difícil situación económica que enfrentan sus afiliados. Tras las medidas tomadas por el gobierno de Milei, la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores del sector, provocada por el aumento en el costo de vida, ha desencadenado un profundo malestar.

Según el último acuerdo paritario, los salarios deberían ajustarse en un 37% acorde a la inflación. Sin embargo, la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines (FAIPA) ofreció inicialmente un aumento del 25%, considerado «insignificante» por el sindicato, dejando los sueldos por debajo del índice interanual.

Tras intensas negociaciones, lograron cerrar un acuerdo previo por el porcentaje estipulado según la inflación. No obstante, los trabajadores advierten que sus ingresos continúan por debajo de la canasta básica, motivo por el cual mantendrán su firme reclamo hasta la próxima reunión paritaria en junio, a la espera de mejoras salariales significativas.

En diálogo con medios locales, Freddy Carrizo, vocal del Sindicato de Panaderos de Salta, explicó: «Teníamos prevista una movilización, pero la suspendimos momentáneamente al lograrse un acuerdo del 37% en Mendoza. Sin embargo, no superamos la inflación, ya que ellos nos ofrecían un 25%, totalmente insuficiente. Nuestro sueldo actual ronda los $433 mil, quedándonos sólo $340 mil de bolsillo, por debajo del nivel de indigencia».

Carrizo agregó que, a pesar del acuerdo previo, la situación salarial sigue siendo crítica. «En Salta somos más de 450 trabajadores afiliados. Debemos pagar facturas de luz de más de $80 mil. La realidad es que los panaderos estamos muy mal», lamentó.