La Municipalidad de Córdoba le aplicó una multa de 123 mil pesos a la UTE integrada por Ersa Urbano y Autobuses Santa Fe por no haber prestado el servicio de transporte urbano durante 27 horas, entre el martes y miércoles últimos.

La sanción, que seguramente será apelada por las empresas, comprende “30 mil unidades” (con un boleto a 4,10 pesos) y es la más alta posible en la escala que maneja la Secretaría de Transporte.

Este camino ya había sido anticipada por el propio intendente Ramón Mestre el mismo día en que quedó superado el conflicto, cuando a través de un duro comunicado cuestionó por igual la actuación de las empresas, de la UTA y del Ministerio de Trabajo provincial.

Aquel paro fue el tercer que realizaron los choferes de la ex-Tamse en un lapso de un mes, por presuntas malas liquidaciones de haberes. Los choferes aludían genéricamente a horas extras, presentismo y carpetas médicas, pero nunca lograron demostrar ni la existencia ni la magnitud de esos errores.

Aún así, el municipio despegó su decisión de sancionar de la valoración sobre sí hubo o no falencias administrativas en las liquidaciones.

“La multa es porque constatamos que efectivamente hubo abandono de servicio de parte de la UTE”, graficó el subsecretario de Transporte, César Ferreyra.

Agregó que no se trata de la primera multa aplicada a las dos firmas privadas que desde el 1° de septiembre reemplazan a la ex-Tamse.

Un factor externo

Límite. Desde la Municipalidad remarcan que no es “para nada habitual” que el poder concedente se involucre en cuestiones como la liquidación de sueldos, que es una cuestión exclusiva de empleados, empresas y Trabajo.

Extra. No obstante, en el caso de la UTE, el municipio se interesó en el tema por la recurrencia del problema en poco tiempo y la repercusión directa que se da en cortes del servicio por protestas gremiales.