El lugar corresponde a la zona donde otrora estaba ubicada la cancha de fútbol de Ramón Santamarina, loteada después de la quiebra de la institución.

Allí quedó la tribuna del estadio Vicente Fiego, sin demoler, y si bien hay una ordenanza que habilita la apertura de la calle y los fondos para realizar la implosión en los metros correspondientes al sector público, surgieron problemas legales sobre el resto del sector que pertenece a privados.

Es más, algunos frentistas pidieron que todos los que se benefician con la apertura paguen, pero todavía no se pusieron de acuerdo en lo que le tocaría contribuir a cada propietario.

Mientras tanto, los vecinos piden que se abra el pasaje, porque a los problemas de roedores en la zona, se sumó la de hechos vandálicos y hasta robos.

Esto se debe a que los que delinquen aprovechan la estructura de la tribuna para esconderse y desde allí alcanzar los fondos de algunas viviendas, o los sectores donde se están construyendo las restantes.

Daniel González afirmó que “esto es muy preocupante, es verdad que no escapa de la situación general en Tandil, pero vemos como por el portón lateral entran a toda hora personas, y no sabemos quienes van a trabajar y quienes a observar los fondos de los terrenos con la intención de robar”.

Agregó que “en mi caso estoy construyendo unos departamentos y el fin de semana me robaron los calefactores”, y marcó que “esto le pasó a mi familia, pero no es el único caso, han robado en otras casas”.