Presión del sindicato para que se venda Jumalá: mañana se define

El gremio de la Alimentación pide que un socio flexibilice su posición para que la empresa cambie de manos a un grupo inversor que ya presentó formalmente una propuesta. La planta tiene 50 empleados
En las próximas 48 horas se definirá el futuro de la empresa Jumalá, que ingresó en convocatoria de acreedores a fines de 2011 y ahora su futuro está en instancia judicial.

En medio de ese proceso, un grupo inversor irrumpió en el escenario y presentó una oferta para hacerse cargo del millonario pasivo, invertir para lograr la reactivación de la planta del bulevar y quedarse con la actual plantilla de personal.

Pero ayer, fuentes vinculadas a la causa apuntaron que, en una nueva audiencia realizada al mediodía en Tribunales, uno de los socios propietarios reclamó una indemnización que dificultó la operación de venta de la compañía. “Pidió una indemnización como empleado de la empresa siendo uno de los dueños. Pero de todos modos el problema principal no es eso sino el monto. Por eso están negociando para que flexibilice esa posición y permita el traspaso de la empresa”, explicaron.

El sindicato de la Alimentación señaló que “el socio en cuestión es Armando Santa, a quien le reclamamos que cambie su postura para permitir que las 50 familias que estamos padeciendo la realidad de la empresa podamos pensar nuevamente en un futuro. En este sentido agradecemos especialmente el esfuerzo del juez -Rolando- Guadagna por encontrarle una salida a esta problemática”, apuntaron desde el gremio.

Lo cierto es que desde que comenzó esta última etapa de dificultades en la empresa ya fueron casi dos decenas de trabajadores que renunciaron a Jumalá por otras ofertas laborales. En la empresa, el pago de los salarios sigue atrasado y se realiza en cuotas y también con entrega de mercadería. Por eso desde el sindicato advirtieron que “muchos compañeros decidieron buscar una alternativa mejor y renunciar a años de trabajo. Lo que pasó es que muchos son jefes o jefas de hogar y no podían seguir con esta incertidumbre y cobrando en cuentagotas”, señalaron.

A la par, lo que trascendió es que habría un ultimátum para que mañana haya una decisión final para resolver el estado de situación de la industria porque de lo contrario cabría la posibilidad de que la Justicia declare la quiebra.

Ante esto, las fuentes consultadas por este medio no dudaron en apuntar que la audiencia fijada para mañana sería una bisagra en el proceso. “El juez ya dijo que se vencen todos los plazos, por eso nuestra preocupación y apuro por solucionar esto rápidamente. A nuestro gremio le interesa la continuidad de las fuentes laborales y la normalización de los pagos. Y no queremos que sigan poniendo palos en la rueda que puedan llevar todo al fracaso de las gestiones”, agregaron desde el gremio.

Como se recordará, la propuesta de comprar la empresa fue acercada por un abogado en representación de tres inversores locales: Martín Pablo Bonadeo, Ricardo Alberto Montivero y Marcelo Jonneret. La oferta fue adquirir la empresa por un millón de pesos e inyectarle 6 millones de pesos en 18 meses para reactivar la escasa producción actual, cumplir con las obligaciones fiscales, de seguridad social y ART. Esta propuesta, presentada formalmente en la audiencia del jueves 26 de abril sigue en pie. Ahora, según lo explicaron fuentes gremiales, el avance de las negociaciones depende exclusivamente de los actuales propietarios, que acepten la oferta para realizar el traspaso, o la rechacen y sea la Justicia quien decida.

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