A poco más de una semana que comenzaran a llegar los primeros telegramas, el Sindicato de Empleados de Comercio de Mar del Plata confirmó que todo el personal que permanecía bajo relación de dependencia en la ciudad con Garbarino quedó despedido.

"Acá siguieron llegando telegramas y ya echaron a todos. No quedó nadie. El personal está despedido en Mar del Plata como en todos los lugares del país", lamentó Darío Zunda, secretario gremial de la organización, ante la consulta que le hizo 0223.

El dirigente reconoció incertidumbre por el futuro de las más de 30 familias de Mar del Plata que soportaron durante largos meses la crisis en la empresa del Grupo Rosales que supo ser líder en venta de electrodomésticos y dijo que se aguarda por alguna intervención del Gobierno.

"Hoy por hoy estamos atentos a las novedades que puedan surgir en el Ministerio de Trabajo de Nación. Estamos esperando que haya una intervención porque ni siquiera están cumpliendo con pagarle a la gente", cuestionó el referente sindical.

Para justificar los despidos, la empresa hizo uso del artículo 247, de modo que solamente se compromete a pagar la mitad de la indemnización que verdaderamente deben recibir los trabajadores. También se desliga del pago de todos los salarios adeuadados.

En el marco del conflicto, Zunda ratificó que el sindicato rechaza los despidos que repentinamente promovieron los responsables de Garbarino "porque no corresponden" y reconoció que la situación va camino a dirimirse la Justicia. "Es muy probable que todo se termine judicializando", señaló.

La novedad de los despidos en Garbarino no solo repercutió en Mar del Plata sino en el resto del país, donde, en total, el grupo empresarios de Rosales definió el despido de 1800 trabajadores. A la fecha, ya no queda ninguna sucursal abierta, ni siquiera a modo de protesta.