El Simape cortó la ruta 2 y la CGT analiza un paro total de actividades

La concentración de los marineros se produjo este lunes en la mañana. Allí reclamaron una solución salarial. Este martes, los 55 gremios afiliados a la delegación marplatense de la CGT fijarán fecha para una masiva movilización
Casi 40 días pasaron desde que se hizo efectivo el anuncio sobre un paro total de actividades en los muelles de la ciudad. Los marineros, en su afán por mejorar la paritaria alcanzada por el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (Somu), prohibieron la zarpada de todos los buques pesqueros con asiento en la estación marítima local.

Ni ellos, ni los empresarios, ni los funcionarios, ni el propio intendente Gustavo Pulti pensaron que la medida de fuerza se extendería por tanto tiempo, con tan negativos resultados en materia de producción y con la entera seguridad de que el mejoramiento del pacto salarial homologado no va a existir.

Por eso que el juego de posibilidades está reducido: o el Sindicato Marítimo de Pescadores suscribe el 22% de aumento desdoblado, que acordó el Somu como único gremio paritario, o sostiene el paro en los muelles y paga las consecuencias de representación que el conflicto supone. No hay mucho más por hacer. El arco político, como ya aclaró, no pagará costos. Descartan -al menos por entonces- la posibilidad de garantizar el trabajo bajo la custodia de Gendarmería. Saben que el Simape está dispuesto a enfrentamientos, y nadie quiere cargar con la responsabilidad de que algo no salga bien.

En este contexto, y para despabilar algunos ánimos, el Sindicato de Juan Domingo Novero volvió a movilizar. Lo hizo este lunes a partir de las 8 y concentró sobre la autovía 2. La intención, según dijo Pablo Trueba, secretario adjunto del gremio, es difundir el conflicto entre quienes ingresan y egresan de la ciudad.

“Vamos a contarles a todos lo que están viviendo estos trabajadores. Queremos y pedimos que este conflicto se resuelva cuando antes. Ya no es beneficio para nadie”, disparó el referente, que exigió una reunión con Norberto Yahuar, el ministro de Asuntos Agrarios de la Nación. “Él tiene que intervenir, necesariamente, en este problema. Queremos que baje a conversar”, explicó Trueba, que dijo que como gremio sólo tuvieron que contestar 30 telegramas de suspensión. “No mandaron más. Saben, muchos, que eso no ayuda”.

Pero aunque la movida del Simape, dada la situación, es trascendente, lo que le seguirá es todavía más resonante. Luego de muchos años, la delegación local de a Confederación General del Trabajo (CGT) discutirá en plenario un paro total de actividades. ¿El motivo? El impacto del conflicto portuario en la economía de los trabajadores de Mar del Plata.

Pedro Fernández, su secretario general, confirmó que mañana a las 16 en la sede que UTA tiene en Belgrano casi Italia se reunirán los referentes de los 55 gremios que integran la filial. “La idea es, antes de derecretar un paro, fijar una fecha y hora para impulsar una masiva movilización de trabajadores por las calles de la ciudad. Es fundamental que las autoridades, a esta altura del partido, adopten decisiones que destraben el conflicto y mejoren la calidad de ingresos y empleo de los compañeros del puerto”, analizó Fernández, en diálogo con El Atlántico.

En este sentido, el líder de la CGT local aclaró: “Lo del paro no lo descartamos. Pero vamos paso a paso. Primero vamos a discutir y acordar un plan de acción, que seguro arranque con unba gran marcha. Luego veremos lo de la medida de paro. Pero cabe recordar que nosotros ya estamos en estado de alerta”.

La agudización de las medidas de fuerza, según Fernández, depende “pura y exclusivamente de lo que hagan o dejen de hacer las autoridades nacionales y provinciales en los próximos días”. “Es necesario y urgente que intervengan con soluciones en el conflicto. Esto no puede seguir así. Porque además de los marineros, que exigen lo justo, este conflicto impacta sobre el personal de planta, que es mucho, y sobre el resto de los puntos económicos de la ciudad”, se despachó el dirigente.

Fernández dijo separar del reclamo al intendente Gustavo Pulti, porque “hizo todo lo que estuvo a su alcance y más allá para destrabar este problema”. “La verdad que él gestionó y nos acompañó, y eso nosotros lo valoramos muchísimo”, confió el secretario general de la CGT local.

“Habrá que esperar a que termine el plenario. Lo que sí sabemos es que hacia el interior de la Confederación hay mucha simpatía con el conflicto de los compañeros del Simape”, concluyó Fernández.

UN POQUITO DE HISTORIA

El conflicto entre el Simape y las Cámaras empresarias se inició a mediados de enero, cuando el gremio de Juan Domingo Novero reclamaba un 35% de aumento salarial.

Por ese entonces, la dirigencia marítima enviaba cartas a los empresarios, para pedirles por un diálogo paritario con tiempo, anticipado al vencimiento del acuerdo salarial de 2011, que fijó un incremento del 30% para los 2.200 afiliados al sindicato azul y blanco.

Sin embargo, no fue eso lo que ocurrió. No sólo que no se sucedieron reuniones ni charlas formales, sino que se profundizó el camino de la discordia, la falta de diálogo, las imposiciones y los caprichos.

Así que en abril se demorara la salida de buques para celebrar la asamblea que decretó el paro total de actividades; días después, se extendió el plazo de la conciliación obligatoria que el Ministerio de Trabajo dictó a mediados de ese mes. Seguido, y por la falta de soluciones, llegó el bloqueo total a las terminales portuarias, con una amenaza de desalojo, un atentado contra la Cámara de Armadores y una trunca reunión en Buenos Aires.

A todo esto, la cartera laboral de Nación dio “libertad de acción” a los sectores. Es decir: anunció su retiro del conflicto como órgano mediador. Provincia trató de interceder. No tuvo caso: los empresarios se negaron, por cuestiones de competencias y jurisdicción, a discutir en el ámbito bonaerense.

Pero vale aclarar que todo lo acontecido tiene anclaje en un problema judicial y administrativo sobre la personería gremial del Simape. Por eso que el Ministerio de Trabajo de Nación, desde que se inició el conflicto, insiste con que el Simape no puede firmar más que un convenio espejo al del Somu (22% desdoblado). No está en condiciones legales de hacerlo.

Sucede que en diciembre de 2011 el gremio de Omar Suárez le interpuso al Simape una medida cautelar que imposibilita al sindicato de Novero a discutir paritarias a solas, al menos por el momento.

Así que el problema sea la representación gremial de los marineros, que para el Simape entró en crisis en 2006, cuando rompió un pacto con el Somu. En ese acuerdo, se establecía que, ante la conseguida inscripción gremial del Simape en 2005, los sindicatos negociarían siempre en conjunto. Según Suárez, Novero “se cortó solo y firmó por su parte”. Así que el dirigente nacional denunciara judicialmente, en junio de 2007, la ruptura del convenio.

En este contexto, la sala 2 de la Justicia de Trabajo de la Nación falló a favor del Somu, pero el Simape apeló de inmediato y logró que la Corte suspendiera, hasta dictaminar, la medida favorable a Suárez; no le habría quitado, según Pablo Trueba, ninguna representación a Novero.

Sin embargo, el líder nacional cargó tintas y volvió a atacar. Lo hizo con una medida cautelar en diciembre de 2011, que puso en jaque el reconocimiento del Simape como representante legal de los derechos de los pescadores.

Con la intención de no deslegitimar el acuerdo del Somu, pero tampoco desacreditar la real representación del Simape entre los pescadores, el Ministerio de Trabajo de la Nación autorizó al gremio de Novero a firmar un acuerdo, pese al revés judicial: tenía opción a rubricar un acta espejo.

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