Frente a un lanzamiento que se diluyó de inmediato en una agenda dominada por noticias más emparentadas con el rubro policial que con la política, el peronismo se dispone a reorientarse una vez más hacia la gestión, a la espera de que pase el vendaval.

Durante la última semana el gobernador alternó inauguraciones en la Capital y en algunas de las localidades más importantes de la provincia, visitando Río Cuarto para anunciar la construcción de 15 centros comerciales a cielo abierto, La Calera para inaugurar obras de infraestructura vial y fluvial, y Villa María para habilitar la conexión de la empresa número 650 al servicio de gas natural, como fruto del desarrollo de los gasoductos troncales. Y en los próximos días tanto Juan Schiaretti como Martín Llaryora tendrán agenda en el exterior.

Pero, habiéndose dado ya el disparo de largada, es difícil que los distintos espacios que conviven dentro del oficialismo, interesados en posicionarse de cara a la “renovación” del año próximo, vayan a aminorar ahora la marcha. Arriba se hablará sólo de gestión. Abajo, la carrera ya ha comenzado.

Los sectores PJ no alineados al oficialismo provincial –a excepción del encabezado por Martín Gill- hablan cada vez más abiertamente de la necesidad de plantar candidatos propios en la provincia, y los anotados en la carrera por suceder a Llaryora al frente del Palacio 6 de Julio ya recorren las seccionales buscando encolumnar detrás de sí a los dirigentes territoriales del partido. En ese escenario, el gremialismo también juega.

Entre los espacios en que se divide el sindicalismo se cuentan, al menos, cuatro facciones. Los gremios que con padrinazgo de la secretaría del Interior de la CGT Nacional tomaron el control de la Regional Córdoba, liderados por Rubén Urbano (UOM), Edgar Luján (Camioneros) y Ricardo López (Atsa), apoyan al Frente de Todos. El Movimiento Obrero Peronista que se encolumna detrás de José Pihen, titular del SEP y secretario general desplazado de la Regional, que se alinean con el Centro Cívico. Los sindicatos enrolados en las 62 Organizaciones Peronistas de Sergio Fittipaldi y Ricardo Moreno, que también apoyan al oficialismo provincial. Y el Movimiento Sindical para la Justicia Social y el Trabajo, sector kirchnerista de la CGT Regional antes de su intervención, que hoy se acercó a la CTA y respalda los movimientos de Carlos Caserio como armador del albertismo cordobés.

Proclamado Llaryora como candidato, las 62 Organizaciones Peronistas esperan tomar la delantera y ya preparan, para conmemorar el Día del Militante Peronista una reunión de un millar de mujeres en la ciudad de Carlos Paz. La elección del lugar no es casual. Es en esa ciudad donde la organización sindical reclama haber desempeñado un papel protagónico durante las internas de marzo, consiguiendo arrebatar al caserismo el control del PJ en la localidad.

Ahora bien, más allá de esa reunión, los armadores de las 62-O también preparan para fines de noviembre un congreso que reunirá a todos los secretarios generales de cada una de sus delegaciones bajo el lema “Más Producción, Más Trabajo”.

La intención es demostrar el respaldo de sus estructuras a la proyección nacional del gobernador pidiendo por “Schiaretti Presidente” y acompañar también la candidatura de Martín Llaryora a la Gobernación, recientemente oficializada. Aunque más aún posicionar su reclamo por lugares en las listas legislativas.

En año próximo Hacemos por Córdoba tendrá que completar boletas tanto para la Cámara de Diputados como para la Legislatura Provincial y el Concejo Deliberante, y habiendo blanqueado su apoyo tanto para el proyecto presidencial del gobernador como para la proyección provincial del intendente, la organización espera ser tenida en cuenta. En el plano municipal todavía no ha manifestado su respaldo a ninguno de los precandidatos, aunque confiesa su predilección por Alejandra Vigo y Miguel Siciliano.