El sindicato que representa a los trabajadores lecheros, ATILRA, firmará la semana entrante un aumento del 13.9% con la industria láctea representada en el CIL y APYMEL, que será otorgado escalonadamente en los próximos tres meses, comenzando con el mes en curso, completando en el período abril 2016-abril 2017 un total del 40.9 % anual.

Lo que pidió ATILRA y aceptaron las industrias es: dividir desde febrero hasta abril, el incremento en 4.6 mensuales hasta completar el porcentaje acordado, luego de varias negociaciones y teniendo en cuenta la realidad que atraviesa la lechería nacional, no sólo con precios poco convenientes, sino con campos inundados y por ende animales mal alimentados que reducen la producción.

Por el sistema que tiene el gremio de la industria lechera las bases (los trabajadores) deben aprobar en asambleas estos incrementos, y de no hacerlo comenzar con las medidas de fuerza, que de cualquier manera no están en el ánimo de los gremialistas y mucho menos de los trabajadores.

En Chivilcoy el encuentro se produjo el viernes por la noche, en la sede de la avenida Soárez 376, donde se escuchó la palabra del secretario adjunto del gremio local Jorge Castello y luego se aprobó por unanimidad lo resuelto en paritarias nacionales.

Castello –no estuvo presente el secretario general Jorge Manfrín- estuvo acompañado por Patricia Terpolilli y Martín Rodríguez, quienes informaron lo duro de las negociaciones ante un panorama difícil de las empresas, luego de un año de una caída del 10% en el consumo de productos lácteos.

De esta manera, el básico de $ 21.000 para la categoría 2, llegaría en abril a $24.000 aproximadamente, recibiendo el 15 de de febrero un adicional no remunerativo de 3.000 pesos; sin dudas uno de los mejores sueldos del país, teniendo en cuenta la tecnificación del sector que no requiere de personal técnico o especializado.

La palabra de Castello

No es novedad que la crisis de la cadena láctea ha golpeado muy duro a los productores primarios, al tiempo que ha lacerado las finanzas de importantes industrias de la región, ya no solo las pequeñas sino que las grandes usinas hacen ver la problemática, que ven con preocupación el futuro inmediato. A lo que se sumó la baja del consumo de lácteos en un 10% durante el 2016 por parte del argentino.

Justo es decir que se han perdido muchos productores tamberos, muchos por las inundaciones en la cuenca lechera más grande del país, inundaciones que afectaron mucho y cuando se cierra un tambo, cuesta 5 años reabrirlo. Pero también los compañeros están cobrando al día, ninguna empresa de la región Chivilcoy adeuda los aguinaldos, en ese sentido estamos muy conformes”.

Castello reconoció que numerosas empresas no están pagando sus aportes gremiales, por lo que la obra social Ospil está siendo subsidiada por el propio gremio.