Crece la preocupación en panaderos y pasteleros por el cierre de comercios

Crece la preocupación en panaderos y pasteleros por el cierre de comercios

Los sindicatos están en alerta por la situación que ya generó 50 despidos en lo que va del año. "Hay comerciantes que están al límite. Hacen los imposible por sobrevivir y mantener a los empleados", explicó Ernesto Coronel, secretario general de panaderos.

Las luces de alarma se volvieron a encender la semana pasada con las complicaciones en algunas empresas para pagar los salarios y el anuncio de nuevos despidos. Empresarios y sindicalistas pasteleros y panaderos coinciden en el estado de ánimo: crece su preocupación porque la situación económica provoca el cierre de comercios y la pérdida de puestos de trabajo.

Según los datos aportados por estos gremios en lo que va del año ya hubo 50 despidos. Temen que puedan ser muchos más. Esta situación se suma al cierre de cincuenta restoranes y confiterías en los últimos 16 meses que afecta a los gastronómicos. En los panaderos y pasteleros aún la situación no es tan grave. Pero creen que puede llegar a serlo.

“Han cerrado algunos comercios por el tema que no hay ventas. El consumo se vino abajo. Imagínense lo mal que está la cosa que la gente dejó de comprar pan”, explica Ernesto Coronel, secretario general del sindicato de panaderos. Y agrega: “Además de haber aumentado los insumos está el tema de los impuestos: la luz, el gas, la AFIP… Es terrible lo que hay que pagar. El gobierno es un socio pasivo de los comerciantes. Eso conlleva a que se achiquen las ganancias y los gastos”.

El sindicalista describe que “hay muchas panaderías que están al límite”. “Muchos hacen lo imposible para mantener a la gente y sobrevivir. Muchas tienen deudas y hacen lo que pueden. Están esperando que venga la temporada”, dice.

Entre el cúmulo de motivos que provocaron el derrumbe de las ventas, Coronel cree que el fin de los feriados puente repercutió de manera negativa. “Se sintió la baja porque se generaba más consumo. Encima las vacaciones de invierno fueron nulas. Hubo gente pero poco y nada de gasto. Ahora estamos rezando para que llegue la temporada y sea buena”, sostiene.

Pasteleros

En el sindicato de pasteleros el panorama es preocupante: además de una serie de despidos y comercios que cierra se suman que hay empresas que paga los sueldos en dos o tres partes. “La situación está complicada. Mar del Plata es la ciudad con más desocupación del país y eso afecta a todos los sindicatos”, dice José García, secretario gremial de los pasteleros, un sindicato con 4 mil afiliados en la ciudad.

“El panorama en Mar del Plata es que ha bajado la venta y ocurre un poco lo que sucede en todo el país. La plata no alcanza y los precios aumentan todos los días. Los gremios estamos atentos y en alerta”, afirma García. Y agrega: “Si esto sigue así va a haber más despidos o van a empezar a cerrar más comercios. Hay que encontrar una solución, pero sin una flexibilización laboral. Estamos atentos porque no vamos a permitir que eso ocurra”.

Industriales Panaderos

En el Centro de Industriales Panaderos también manifestaron su preocupación. Un dato los pone en alerta: el consumo en cayó entre un 30% y 40% en comparación con el año pasado. “Han cerrado panaderías y muchos empleados se han quedado sin trabajo. Estamos preocupados. No estamos afuera de la realidad que vive la ciudad”, cuenta el gerente Carlos Monzón. Y agrega: “Las últimas boletas que han llegado de los servicios fueron muy altas. No estamos tan mal como los gastronómicos pero nuestra situación es delicada”.

Más allá de la situación económica, los industriales panaderos creen que un factor es clave en este panorama: la venta ilegal de pan. “El jueves pasado el Concejo Deliberante reglamentó la comercialización de pan lo que es un avance importante para la industria”, explica Monzón. Y dio un ejemplo: “Si se compra carne, se cocina: si se compra en una verdulería, se hierve; el cambio el pan va directo a la mesa. Por eso hay que extremar la calidad del producto”.

Monzón explica que esta situación de la clandestinidad evita que se puedan subir los precios por la competencia desleal.

“Ha crecido la ilegalidad por una cuestión de precio. En una panadería habilitada, que paga todos los servicios y contribuciones, el precio del pan es de 36 a 38 pesos. En cambio, en otros lugares valen entre 18 y 25. Ese es un precio ilegal. Me gustaría saber cómo hacen para vender el pan a ese precio”, ejemplifica. Y agrega: “Ya denunciamos lo que está pasando. Son de público conocimiento los lugares en los que hay elaboración clandestina. También denunciamos a los distribuidores de harina que abastecen a esos lugares y están identificados. Por suerte el municipio ya ha empezado a actuar”.

– ¿Cómo es la situación de la venta clandestina de pan y qué incidencia tiene?, le consultó LA CAPITAL a Monzón.

– En Mar del Plata se realizan por día 4.400 bolsas de harina con 50 kilos en pan. Eso da 220.000 kilos de pan diario. De ellos, 100.000 se realizan en el mercado ilegal. Tenemos 2.000 bolsas de harina que se realizan en garajes y galpones no identificados. Si normalizáramos el 50% de eso, hay mil bolsas de harina que vuelven a los panaderos legales.

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