El dilema de la reforma laboral: la necesidad de abrir el dialogo sectorial

El dilema de la reforma laboral: la necesidad de abrir el dialogo sectorial

El tema es que cuando hablamos de reforma laboral, no sabemos si hablamos de lo mismo, o de cosas diferentes. Aun así hay algo en lo que estamos de acuerdo: es un tema muy sensible tanto para el sector sindical, que barrunta, que olfatea y sospecha que detrás de todo esto, está el riesgo de la pérdida de derechos laborales por reavivar -sin necesidad-  viejas luchas y discusiones en los cuales ya hubo treguas y se firmaron sus respectivos  armisticios hace muchos años.- 

 

 

De ir para atrás en menoscabo de sus viejas y eternas luchas, siempre muy reñidas, algunas con crisis políticas a nivel institucional (v.gr. la renuncia de un Vicepresidente de la Nación),  hoy  superadas. Contrariedades muy importantes.- 

Es como abrir una caja de pandora. No saben bien con qué nos vamos a encontramos.- 

Algo de razón les asiste. Hoy quieren esperar y ver cómo se van dando las cosas.-

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Solo con mirar a nuestro alrededor vemos que estamos en una época en la cual  el mundo se está replanteando y poniendo en duda muchas básicas e históricas creencias y convicciones, que todo parece indicar,  que en poco tiempo ya no serán tan válidas.

El mismo Santo  Padre Francisco nos sorprende. En el progreso normativo procesal penal, (v.gr. prisiones preventivas) va más rápido que nosotros realmente. No se queda callado. -

No hay que pontificar las instituciones  políticas. La Constitución Nacional está para ser cumplida. No adorada, por más ley de leyes que resulte ser, en todo caso no es más que una convención social (la más importante seguramente) que no cristaliza ni detiene las ideas ni el tiempo. La historia sigue su curso y para ese mismo lado tendremos que dirigirnos. Solo es necesario tener la cuota de coraje que no le falta al  mismo Padre Francisco.-

Estamos en una época de cambios estructurales muy intensos, muchos de ellos que no los veíamos venir. Hay que buscarle la vuelta, es complejo, pero hay que hacerlo, debemos actualizar las normas laborales, entre otras tantas cosas.-

Haciendo un plan de trabajo, yo empezaría por las normas de Policía Laboral, que es lo que más se impone resolver y respecto de lo cual estamos cada día más empantanados.- (Policía Laboral se le llama a la función del Estado de verificar el cumplimiento de las normas laborales y de Seguridad social y sancionar las infracciones. Tiene una naturaleza contravencional, pero  puede derivar en delitos de naturaleza penal.)

Arrancando por acá en nada se afectamos los derechos laborales ni previsionales, más bien los protege.-  

Qué pasa con este tema. Oponerse sería actuar como el perro de hortelano. Ni come ni deja comer.-

Veamos: Hay mucho trabajo en negro. Muchos trabajadores no registrados, otros incompletamente registrados, con fecha de ingreso posterior a la real, otros con remuneraciones  consignadas inferiores a las reales etc.,

Entonces se pretende combatirlo con la Policía Laboral, con la sanción de todo un abanico creativo de normas sancionatorias contra los empleadores, que van  desde las más caras multas, pasando por clausuras e inhabilitaciones  hasta llegar a las más graves sanciones penales. En fin, cientos de normas cuyos procesos demandan tiempo, costos que nos mantienen jaqueados.- Recordemos que las facultades y poderes estatales en materia de Policía del Trabajo, incluso por los mismos temas, pueden ser a nivel federal, nacional, provincial y municipal.-

De nada sirve seguir por este camino que se presenta como una real paradoja. Nuestro objetivo es que se cumpla la ley, para ello aumentamos cada vez más las sanciones y los controles, pero a la vez estimulamos y hacemos más rentable su incumplimiento.- 

Un ejemplo. El objetivo final es terminar con los casos de acosos sexuales.- A la vez vemos que también es un tema muy delicado que hace mucho daño, por lo que hay también que combatir las falsas acusaciones, (tema difícil de probar, sí los hay), para evitar que las mismas sean mal usadas, como por ejemplo, para dirimir reacciones por  desplantes de pareja, o, en materia laboral, por reclamar improcedentes y elevadas indemnizaciones laborales.

Hacen un enorme daño a quienes deben soportarlas injustamente, y con ello (finalmente la paradoja), se hace necesario ser muy duros con las falsas denuncias, pero qué pasa; ante el temor de no lograr probar los hecho, las víctimas reales no denuncian y se termina ocultando los casos. -

Es como pegarse un tiro de los pies.-

O sea, el efecto en contrario a la intención o propósito de la ley. Quieren combatir el abuso sexual, pero terminan por ocultarlo y, con ello,  alentarlo.-

Lo mismo pasa con las normas de Policía Laboral.-

Eso es lo que pasa en materia de infracciones laborales. Terminan alentando estas conductas. Cuanto más graves sean las penas por estas infracciones, más temor tiene el buen empresario empleador a resultar ser otra víctima del sistema. Más riegos asume de ser demandado, sumariado y acusado falsamente de cometer delito por violación a las normas laborales. 

Nada de todo esto, que realmente en alguna medida está pasando, estimula el empleo en blanco.- Hay menos oferta laboral de calidad.-

Esto alienta a tomar personal en negro, pagar en negro, le da una ventaja competitiva al empresario bandido, que dicho de paso, estos empleadores al no poder justificar los gastos ocultos de personal, de paso también evade el pago de impuestos.- 

Se hace difícil competir en este mercado, donde además esto pasa en el mismo barrio donde está radicada la competencia, o en la misma cuadra, en la misma vereda; en tus narices.-  Y luego tus clientes te acusan de ser más caro.-

Pero como aun así como tiene que seguir con su actividad comercial/industrial que conlleva la necesidad de tomar personal regularmente; solo le quedan dos caminos: una, no crecer,  aguantar sin tomar nuevo personal, otra, igual agrandarse y confiar en su suerte contando por las dudas un buen responsable en el área de recursos humanos y selección de personal. Contratar buenos asesores contables e impositivos. Tener  un buen abogado que -sobretodo-  sepa negociar a tiempo y tenga buen trato con el sector sindical.-

Aunque parezca un milagro, a pesar de todas estas dificultades que parecen insuperables, el sistema de relaciones laborales funciona, por lo menos en nuestro país, por la buena fe y voluntad de la gran mayoría de nuestros empresarios, sindicalistas, profesionales y trabajadores.-

Pero, muy oneroso y desgastante.-

Hay que sentarse, definir los temas a conversar y encarar el compromiso de resolver la actualización de nuestras normas laborales.- 

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