Los gremialistas se plantaron ante el Gobierno. En varios puntos de la capital tucumana, dirigentes de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) se concentraron ayer para protestar contra el acuerdo salarial firmado con un sector sindical, la semana pasada. El Sindicato de Trabajadores Autoconvocados de la Salud (Sitas), por otro lado, se mantiene en alerta luego de que postergaran su reunión con el Poder Ejecutivo (PE) por un viaje del ministro de Economía, Eduardo Garvich, a Buenos Aires.

Los cortes de calle iniciaron a las 10 y fueron levantados una hora después. Los trabajadores que anunciaban extender sus reclamos al interior, horas más tarde fueron convocados a reanudar las negociaciones salariales con el ministro de Gobierno, Seguridad y Justicia, Regino Amado. “Vamos a agotar todas las instancias para cerrar el aumento salarial”, anticipó la secretaria de Gobierno, Carolina Vargas Aignasse.

En el marco de las paritarias con la salud, funcionarios continuaron las conversaciones con la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA). Sin embargo, Sitas deberá esperar al regreso de Garvich para reanudar las negociaciones salariales. “Esto es una cachetada, vinimos a buscar una propuesta superadora, tratando de contener a la gente que está totalmente dispuesta a salir a la lucha y nos suspenden la reunión”, afirmó la secretaria general, Adriana Bueno.

Los representantes del gremio de la salud exigen que el aumento sea del 40% retroactivo a marzo, en blanco y en un pago, además de la actualización del salario familiar. UPCN, por su parte, insiste en que la suma fija sea de $ 3.000 (fue fijada en $ 2.800) y la reapertura de paritarias en septiembre.

Desde el Gobierno se muestras esperanzados en que los acuerdos puedan rubricarse en los próximos días. “Entendemos que esto se tiene que resolver. Hay que dar el tiempo que sea necesario para que haya una resolución favorable”, afirmó el vicegobernador Osvaldo Jaldo.