"Si se crea un consejo económico y social debería ser por ley. Nadie del Gobierno nos llamó. El diálogo está cortado. Antes queremos conocer en detalle lo que se negociará con el FMI porque intuimos que habrá un ajuste y que seremos perjudicados", dijo un jerárquico de la CGT que suele tener buena llegada con la Casa Rosada.

Los canales de diálogo entre el Gobierno y la CGT se entorpecieron a partir del proyecto oficial de reforma laboral.

Hasta los sindicalistas más cercanos al macrismo cuestionaron la inclusión de un artículo para modificar las indemnizaciones. "El proyecto que presentaron no pasó por el Ministerio de Trabajo", deslizó un dirigente sindical que intentó excluir a Jorge Triaca de la polémica.

El ministro de Trabajo y Rogelio Frigerio (Interior) están a cargo de tomar la temperatura gremial e intentar reconstruir el vínculo.

Sin embargo, según fuentes inobjetables de la CGT, hasta anoche los gremios no habían sido convocados por el Gobierno para ser parte del "gran acuerdo" al que llamó el Presidente.

La CGT no prevé una reunión de consejo directivo hasta junio. Sin embargo, dos de los tres integrantes del triunvirato de mando anticiparon que la agenda se modificará a partir de la coyuntura económica. Están expectantes a lo que resuelva el Senado con el proyecto de ley opositor que pretende revisar los aumentos tarifarios.

Hay un sector que impulsa un paro general en caso de que la iniciativa se convierta en ley y Macri decida vetarla.

Entre ellos aparece el gremio del transporte, que hizo punta en los reclamos como estrategia para tallar en el armado de la nueva CGT, que surgirá el 22 de agosto próximo.