"El cese de la intervención" de esta caja (obra social de los estatales santacruceños) es un reclamo de toda la MUS (Mesa de Unidad Sindical), y hoy aún más cuando se observa que en Caleta muchos afiliados permanecen "varados" en sus tratamientos a la espera de la atención de algún especialista o una derivación.

Los empleados públicos alegaron que en la Caja (delegación Caleta Olivia) les mienten cuando van a pedir explicaciones sobre la no llegada de un especialista de Buenos Aires. 

Los empleados o los auditores (casi siempre de mala manera) responden que tal médico no vino porque "no hubieron vuelos", pero cuando el especialista llega a Caleta, en consultorios, lo desmiente diciendo que en realidad no llegó porque la Caja no les pagó el pasaje. Hay especialistas (como un traumatólogo infantil, por ejemplo) a quienes les deben un año y medio de atenciones, y aún así el médico viene con toda la predisposición, a pesar de que tuvo que esperar tres meses para que le consiguieran un pasaje aéreo; y no es el único caso.

Y hay situaciones más graves aún, como el caso de los pacientes con cáncer que no consiguen derivaciones urgentes, algo que denunció un ciudadano por los micrófonos de La Vanguardia del Sur, Nino Muñoz, un vecino activo, quien recientemente usó la "sexta banca" en el Concejo Deliberante, para presentar proyectos de distinta índole.

Actualmente la delegación local está dirigida por una militante del Frente para la Victoria Santacruceña, Irene Quintero, pero esté quien esté, si no hay dinero para el funcionamiento poco podrá hacer.

"Lo peor de todo es que se juega con nuestras enfermedades, con nuestras vidas", dijo una docente, afiliada a la Caja, en medio de la marcha de ayer.

"Nosotros ponemos nuestros aportes religiosamente a la Caja, y ese dinero no va a garantizar la prestación de los trabajadores", agregó.

"El tema de la Caja para resolver es fácil: hay que dejar que la administren los trabajadores. Hay una Ley, la Ley FUCO que implica que todos los aportes, como los de la Caja de Previsión Social, o la de Servicios Sociales, las retenciones judiciales, o los aportes sindicales van todos a una misma caja. O sea que cada caja no tiene su balance propia. Una forma de que se pongan a laburar los diputados es que hagan que cada ente tenga su propia caja; entonces, el dinero que nos descuentan a los trabajadores pasará directo a la Caja de Servicios Sociales, que llegue ahí", explicó Carlos Garzón, secretario general de ATE Caleta Olivia.

"Nos están matando. A las farmacias les cortan las prestaciones porque no les pagan hace más de un año. Los médicos que para atender, los hacen venir con falsas promesas. Vienen y no les pagan durante cuatro o cinco meses. El dinero que ha quedado para solventar ese sistema no va a donde corresponde. Hay un problema de corrupción y no solamente de ahora", agregó el dirigente sindical.