Según le informaron a NOVA, los trabajadores que fueron removidos serían alrededor de cien y, en la gran mayoría de los casos sería por cuestiones estrictamente políticas. Algunos de los despedidos, incluso, venían de la gestión anterior y con la asunción de las nuevas autoridades habían mantenido su lugar hasta ahora que se decidió pasar la escoba.

En diciembre de 2015, en casi la totalidad de las direcciones, ocuparon los cargos jerárquicos nuevos funcionarios y apenas unos días después se había realizado una enorme barrida de empleados finalizando una infinidad de contratos, algo que terminó con una brutal represión. En la actualidad, esos nuevos secretarios y directores tomaron la decisión de seleccionar a dedo gente que responda políticamente a ellos.

A casi dos años de que Julio Garro esté al frente de la municipalidad, se produjo una nueva ola de despidos que dejó a una enorme cantidad de empleados en la calle. En ese marco, muchos de ellos están esperando que el sindicato actúe en su defensa, aunque por el momento no han tenido ningún tipo de respuesta por parte de las autoridades gremiales.

La limpieza fue realizada con total sigilo, en silencio, y a tan solo semanas de las elecciones, la intención del ejecutivo era que pase desapercibida, por lo que todavía no se han expedido al respecto. Aún resta conocer si la decisión viene desde la parte jerárquica más alta o si, en definitiva, es una disposición de cada director para meter gente propia.