La última suba de casi 2,5% en los combustibles en Mendoza disparó no sólo más malestar por parte de los automovilistas, sino también del sector primario provincial. Al punto que para un segmento de los productores vitivinícolas de la zona Este fue suficiente motivo como para salir a manifestarse con una metodología particular: un campamento a la vera del Acceso Este desde ayer a última hora, para seguir hoy con un corte de la  ruta 7, a la altura de calle Miguens, en San Martín, que visibilice su situación, que consideran crítica por la inflación en los costos operativos.

Desde APA (Asociación de Productores en Acción), la agrupación organizadora, explicaron que “han subido los costos, insumos y jornales pero el vino tiene el mismo precio que hace cuatro años”. El reclamo será con cortes intermitentes en el sentido de marcha oeste-este, es decir, la que une la ciudad de Mendoza con San Martín durante toda la jornada, con reparto de panfletos incluido a quienes transiten por el lugar con consignas sobre la falta de precio para el vino y contra el incumplimiento de varias medidas anunciadas por el Gobierno de Francisco Pérez. 

“Queremos informar a la gente sobre cómo afecta al pequeño productor la suba incesante de costos como la del combustible. Y que todo lo que se anunció desde el 15 de enero no se cumplió, ni siquiera los subsidios a productores de hasta 4 hectáreas que iba a ser una ayuda  para cosechar y muchos aún no cobran. Así, gran parte de la uva quedó en las plantas, tal cual lo habíamos vaticinado”, puntualizó el titular de APA, José María Llaver.

Desde otras zonas asumen el reclamo como entendible, aunque optan momentáneamente por mantenerse al margen. Según Daniel Giordano, presidente de la Cámara de Agricultura, Industria y Comercio de San Rafael, “el aumento del combustible lo sentimos todos, pero creo que en este momento, más que el productor va a impactar en el costo de los fletes y por ende específicamente en el consumo”.

A criterio del dirigente sanrafaelino, aunque la cuestión de fondo es un cambio de paradigma a nivel nacional, las medidas prometidas desde principios de 2015 por el Gobierno provincial carecieron de impacto.

“No se siente un efecto dinamizador en la vitivinicultura, lo que se da en el marco de una política agropecuaria totalmente desacertada. De todos modos, lo urgente es un cambio a nivel de Nación con una política que promueva la exportación, porque así todo lo que se haga en Mendoza será apenas un paliativo”, concluyó Giordano, a la espera del tradicional almuerzo anual de la entidad que esta vez será el 3 de octubre, y servirá como plazo para definir alguna acción institucional si no hay cambios.