Este miércoles se reúne el Consejo Directivo de la CGT para definir la modalidad de protesta que llevará adelante durante la segunda quincena de noviembre, que como ya adelantó, irá al paro general aunque resta definir la fecha. Miembros de la mesa chica ven improbable que se lleve adelante el 27 de noviembre aunque sí quedaría descartada la jornada de 36 horas y la movilización.

Algunos miembros de la mesa chica a los que pudo contactar Sonido Gremial, aseguraron que el G-20, cumbre mundial que se realizará en la Ciudad de Buenos Aires, es uno de los factores a tener en cuenta al momento de llevar adelante la medida, aunque con el paro sin movilización, no sería algo que afecte, pero si porque en esas jornadas, la Ciudad estará ya de por sí paralizada.

La idea de ciertos dirigentes de la CGT es hacer el paro nacional luego del feriado nacional del 20 de noviembre, “22 o 23”, advirtieron desde Azopardo.

La idea también de la central es manifestarse en contra de la aprobación del Presupuesto, que para fines de noviembre, el Gobierno ya habría conseguido los votos para efectivizar la partida económica del año entrante.

Quien  salió a defenestrar la posibilidad de huelga es el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, quien evidencia serias complejidades de resolución en su labor ya que tanto la industria local como el propio sector laboral en la Argentina, se encuentran con pronunciadas dificultades y en caída. “No sería oportuno porque se perdió un día de trabajo, de ingresos y producción”, dijo, como si ya de por sí no estaría la industria ya parada.

Recientemente, una encuesta de la consultora Reyes y Filadoro, realizada en el conurbano bonaerense y en el resto del país, tiró por borda la estigmatización que el Gobierno intenta darle a las huelgas, ya que lanzó que el 57 por ciento no está de acuerdo en que las medidas no cambian nada.