La UOCRA se instaló en la nueva sede de 50, 3 y 4 y los vecinos están inquietos

La UOCRA se instaló en la nueva sede de 50, 3 y 4 y los vecinos están inquietos

Hay preocupación por la doble fila y temen que se corte la calle como en la 44. En el gremio dicen que no hay motivos para inquietarse.

Después de que la UOCRA se mudara de la sede de 44 y desembarcara durante un tiempo en el edificio semi abandonado de 7 y 72, en el que funcionó una estación de servicio, el gremio encontró una nueva casa en 50 entre 4 y 5, desde donde se coordinarán las actividades del sector. Los “nuevos vecinos” ya dividen las opiniones entre los frentistas y comerciantes; mientras algunos se muestran expectantes, otros hasta analizan mudarse para no quedar expuestos a los cortes de calles y a la ocupación de la vereda.

Si bien en las últimas semanas se veían movimientos en el inmueble que se desarrolla en dos plantas, recién entre ayer y el miércoles pasado cuando se colocaron banderas y un cartel con el logo de UOCRA, la gente de la cuadra supo con certeza que la entidad gremial se asentaría allí.

“Me quiero morir, es de terror si llega a pasar lo que pasaba en la avenida 44, con los cortes de calle permanentes y las parrillas que armaban en las veredas”, sostuvo una vecina que vive a pocos metros de esa sede que está al lado de la Secretaría Permanente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios de la Provincia de la Cámara de Senadores.

También a metros de la UOCRA se encuentra el edificio del Centro Naval; en frente, las oficinas del Centro Educativo Fines que depende del Ministerio de Educación de la Nación; hay un par de tiendas, dos inmobiliarias, consultorios odontológicos y una panadería.

“El miércoles apareció el cartel, es todo muy reciente, pero la preocupación está porque si hacen sus cosas en ese lugar, todo bien, pero que no corten la calle como en la 44”, sostuvo la empleada de una tienda.

En la zona también hay varios edificios y desde una inmobiliaria se comunicó que es un lugar en el que viven muchos estudiantes del interior.

Otra de las preocupaciones es que se deprecie ese segmento de la Ciudad que viene creciendo a ritmo sostenido desde que abrió el centro comercial de 51 entre 4 y 5. “El barrio crece después de tantos años y hay que ver lo que nos viene a pasar ahora”, se escuchó.

Se cree que el edificio de la UOCRA también repercutirá en los inmuebles que están en alquiler. “En 44 no se podían alquilar las propiedades por el desastre que hacían en la avenida y si acá hacen lo mismo, esta zona va a perder todo lo que fue levantando, yo incluso analizo la posibilidad de mudarme”, apuntó un comerciante que prefirió dejar su nombre en reserva por temor a represalias.

“Hazte de fama y échate a dormir”, es la frase de cabecera de muchos vecinos y comerciantes de ese tramo de 50, porque si bien hasta los últimos días de lo único de lo que se quejaron fue de la aparición de mas autos estacionados en doble fila, ya imaginan la calle y veredas ocupadas y hasta los puestos de choripan instalados a metros de la hamburguesería de un chef platense con prestigio internacional.

Para despejar sus dudas un comerciante habló con el propietario del inmueble donde está la UOCRA y la respuesta que le dio a su planteo de que el barrio se vería alterado por la masiva presencia de albañiles fue que no creía que replicaran las costumbres que tenían en la avenida 44.

Otros comerciantes mantienen una prudente expectativa con relación al gremio. “Me preocupan mas otras cosas que pasan como es la inseguridad, iremos viendo qué pasa cuando ya estén funcionando de lleno, hoy por hoy no me parece ni bien, ni mal que estén acá”, apuntó la responsable de una casa de ropa.

En la misma línea, desde una casa de comidas Jorge Gómez Monroy opinó que “mientras se respete el lugar del otro, está todo bien, hay que pensar que esa gente tiene que tener un lugar y está en su derecho de buscar trabajo”.

Otro vecino que se comunicó con el diario se mostró inquieto por la doble fila frente a la sede gremial. El hombre sostuvo que “no sólo los dejan mal estacionados sino que se ponen a lavarlos en el medio de la calle”, dijo un frentista, que según dijo fue a reclamar al gremio pero le “respondieron de mala forma”.

En tanto un empleado de UOCRA que fue consultado por EL DIA consignó que la zona no tiene por qué preocuparse ya que no se alterará el ritmo habitual de la zona. “Esta gestión es diferente, la gente no tiene que preocuparse porque no se van a hacer cortes de calle”, dijo.

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