Alimenticias: Los trabajadores gastan el 57% en alimentos

Alimenticias: Los trabajadores gastan el 57% en alimentos

Con las tarifas frenadas desde el 2019, las alimenticias aumentaron por encima del promedio inflacionario desde que empezó el año. Los más pobres son los más perjudicados, mientras la patronal de Alimentos y Bebidas pide permiso para seguir aumentando.

 

 

Las consecuencias sociales y económicas de los aumentos indiscriminados y desbocados los precios de las empresas de Alimentos y Bebidas comenzaron a visibilizarse con algunos números que asustan. Es que el 57% del salario de los trabajadores se va en alimentos.

El problema es que las alimenticias siguen aumentando sus precios y le pidieron, con la Coordinadora de Empresas Alimenticias (COPAL) a la cabeza, seguir subiendo el valor de sus productos, al gobierno nacional.

El dato se completa cuando se conoce que el 20 por ciento de los hogares de menores recursos destinó al rubro alimentos y bebidas un 46 por ciento de sus ingresos en el mes de septiembre, haciendo que crezca el porcentaje del salario a ese rubro.

Claro, así se comprende por qué las empresas de Alimentos y Bebidas no tuvieron pérdidas durante un año caracterizado por el derrumbe económico generalizado y las situaciones constantes de inestabilidad social y económica.

20 meses de ganancias

 

El mes previo (agosto) y el anterior (julio) había pasado lo mismo: la comida fue uno de los líderes del incremento global. Si se mira el índice de precios interanual de la canasta básica total, se puede advertir que hace 20 meses que los alimentos suben por encima del promedio.

Hay que retroceder hasta enero de 2019 para encontrar un registro interanual que muestre lo contrario. En ese mes, la inflación a nivel general avanzaba al 48,9% y los alimentos y bebidas, al 48,3%.

La mayor diferencia de lo que va de 2020 se dio en enero, cuando la comida tocó 57,4%. En 2019 fue entre marzo y mayo, cuando los alimentos subían interanualmente 60,1%, 60% y 59,7%, respectivamente.

Las alimenticias en el foco

 

Más allá de que la inflación es nociva en todo sentido, el mayor inconveniente con el incremento de los alimentos es que golpea mucho más en los hogares pobres, que son los que gastan una proporción mayor de ingresos en las comidas diarias.

Según los datos de la Encuesta Nacional de Gasto de los Hogares relevada por el INDEC durante 2017 y 2018, en Córdoba, el 20% de los hogares de menores recursos destinaba al rubro alimentos y bebidas un 46% de sus ingresos.

Los empresarios siempre ganan

Así lo explicó Juan Pablo Carranza, profesor e investigador en el IIFAP, de la Universidad Nacional de Córdoba, dejando en claro que la cifra deja a las alimenticias en una posición claramente favorable en un contexto desfavorable.

Los mas ricos, gastan menos en alimentos

 

En contrapartida, el 20% de los hogares de mayores recursos destina a alimentos y bebidas sólo un 12% de sus ingresos familiares. Entre ese sector se encuentra la patronal alimenticia que, casualmente, es reticente a negociar paritarias al alza

Es más, en el 10% de los hogares de menores recursos este rubro se lleva el 57% de los ingresos familiares totales, según Carranza; mientras que en el 10% de mayores ingresos se destina sólo un 9% a alimentos y bebidas.

“El resultado es un fuerte encarecimiento de la canasta de consumo de los hogares más vulnerables, en relación con los otros”, dice Carranza.

Desigualdad con los trabajadores

 

En el último año, la variación interanual en el rubro alimentos y bebidas creció un 5% más que la del nivel general de precios. Un escenario similar se mostró en el periodo anterior, comprendido entre septiembre de 2018 y agosto de 2019.

Allí los alimentos y bebidas creciendo un 3% más que la inflación general. Sin embargo, en los dos periodos previos, hubo una situación inversa, precios de alimentos y bebidas aumentando a un ritmo menor que el nivel general.

Por ejemplo, lo hicieron en un 15% por debajo entre septiembre de 2017 y agosto de 2018, y un 8% menos entre 2016 y 2017.

Para Carranza, “esta es una situación propia de un periodo de inflación y contracción de la demanda agregada, en donde los precios relativos se reacomodan, y vemos que aquellos rubros con demanda más inelástica tienen un mayor margen para recomponer sus precios”.

 

Alimenticias: suben más que el resto y generan pobreza

 

Según el economista, en este escenario, los productos de primera necesidad muestran aumentos más elevados que otro tipo de bienes, como, por ejemplo, los vinculados al rubro esparcimiento.

Los Pérez Companc, de Molinos, una de las principales impulsoras de la inflación en alimentos

 

El especialista dice que esta situación afecta principalmente a los hogares de menores recursos, que destinan una proporción mayor de sus ingresos a alimentos y bebidas, y ven cómo este tipo de bienes se encarece en relación al resto de los bienes.

Ello, teniendo en cuenta que los alimentos subieron más que el promedio, aun cuando las tarifas de los servicios públicos están frenadas desde mediados del año pasado en la mayoría de los casos.

El gas, por caso, subió 29 por ciento en 2019 (20 puntos menos que el nivel general) y nada este año. La luz, en tanto, sólo 7 por ciento este año, aunque en 2019 aumentó en línea con la inflación promedio.

De esta manera el proceder de las alimenticias está impactando de lleno en la canasta básica alimentaria, generando mas pobreza y derrumbe del poder adquisitivo de los salarios.

 

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