El Sindicato de Trabajadores Autoconvocados de la Salud (Sitas), uno de los más numerosos del Siprosa, definirá hoy si toma medidas para subir el tono de sus denuncias contra las autoridades del Ministerio de Salud “persecución” gremial. Los dirigentes gremiales pidieron audiencia dos veces con el gobernador, Juan Manzur, y le enviaron una carta documento por este motivo. No obtuvieron respuestas, según dijeron. 

Las asamblea se concretará desde las 11, en el Hospital de Niños. La secretaria general Adriana Bueno dejó entrever que los mandatos que surgieron de las deliberaciones de las bases de diferentes centros sanitarios indicaron que podría iniciarse un paro -sólo se atenderían las urgencias-; efectuarse marchas e instalarse una carpa en la plaza Independencia. Las medidas, de disponerse, se tomarían de inmediato. De esta manera, se extendería a otras dependencias la huelga concretada ayer en el Hospital de Niños. 

“Las medidas no son de fuerza, sino en defensa propia. Quieren gobernar a través del terror y tienen total impunidad. Pretenden poner y sacar gente de cargos y sumariar; quieren sacarnos de encima y amedrentarnos ¿Qué es lo que se pretende ocultar? ¿Qué les molesta? ¿Que digamos que los insumos son escasos; que la inseguridad sigue y que se nos cercena el derecho a las vacaciones? ¡El Siprosa no es un botín político partidario!”, expresó la médica. Apuntó contra la ministra de Salud, Rossana Chahla; el legislador y titular de ATSA, Reneé Ramírez (lo llamó “ministro en las sombras”) y el secretario ejecutivo médico del Siprosa, Gustavo Vigliocco. “No nos molestan los controles de permanencia. No estamos protegiendo a nadie que no trabaja. Estamos en manos de gente enferma de poder y de venganza, que no sabe admitir el disenso”, acusó. Ayer fueron convocados a una reunión con Vigliocco que resultó infructuosa. 

La gota que rebasó la situación fue el inicio de una serie de sumarios a delegados. En las últimas horas se notificó al secretario gremial del Sitas, Julián Nassif, médico del Hospital de Niños, de que se le había iniciado uno por un episodio que data del 14 de octubre. Inspectores que realizaban controles en la institución lo habrían acusado de encerrarlos para que, supuestamente, borraran un ausente. “Se valen de falsas denuncias y ponen en evidencia lo que venimos denunciando”, desmintió el pediatra. 

El director de Recursos Humanos del Siprosa, Fabio Andina, había desmentido la semana pasada todas las acusaciones.